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Si bien el crecimiento anual de las remesas en dólares estuvo cercano a cero, una vez que se descuenta la inflación en México y las remesas se transforman a pesos se tiene una disminución cercana del 11%, lo que muestra un retroceso en el poder adquisitivo de estos envíos, expone un análisis de BBV Bancomer.
Ayer el Banco de México presentó los resultados al cierre de 2010, en los cuales alcanzaron un crecimiento de 0.1% en términos de dólares, cifra que fue posible debido a una tasa de 9.1% que presentaron en diciembre, según lo señala Juan Luis Ordaz Díaz.
El dinamismo en el mercado laboral de Estados Unidos que abrió plazas en los primeros meses del año, se moderó; no obstante, los migrantes hispanos han seguido ganando puestos de trabajo, lo que ha permitido que las remesas hacia México en diciembre de 2010 lograran tres meses con variaciones positivas a tasa anual, apoyadas en el crecimiento de la remesa promedio, que aumentó 4.3% anual en diciembre, para ubicarse en 305.5 dólares mensuales por envío, agregó el analista de la entidad financiera.
Por su parte, Carlos González, de ScotiaBank señala que la modesta alza del empleo manufacturero en Estados Unidos en diciembre, que compensó la baja en el sector construcción, se tradujo en el aumento de las remesas de fin de año. Sin embargo, una recuperación sostenida de las remesas no se dará sino hasta que las nóminas de ambos sectores mejoren consistentemente, lo que probablemente tardará en ocurrir.