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Es uno de los principales alimentos de la población y en los últimos años ha aumentado su influencia en la dieta de los mexicanos. Su mayor presencia en el mercado y el incremento en el precio de sus insumos han provocado, sin embargo, que su producción se concentre en un grupo de grandes empresas que participan en un mercado cuyo valor supera los 47,420.6 millones de pesos.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) estima que los tres productores más grandes de pollo en México, incluido Bachoco, producen el 59% de la producción total de pollo en México. El resto lo aportan, aproximadamente, 179 productores medianos y pequeños a lo largo del país.
Los últimos años, además, han sido determinantes para el sector. La crisis alimentaria que se agudizó en 2008 ante la demanda de granos para producir combustibles como el etanol, lo que provocó el desplazamiento del consumo de carne de res hacia la de ave. El auge, sin embargo, no ha estado libre de problemas. En 2009 la crisis impuso una gran limitante a la alza de precios, de acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura. Los productores se enfrentaron, de esta forma, a una leve movilidad de sus ingresos pero sobre todo a una fuerte escalada en los costos de producción.
Fue el impacto de esta etapa, con limitada rentabilidad, la que afectó a los pequeños y medianos avicultores y, en menor medida, a las grandes empresas que encontraron en esta fase la oportunidad de aumentar su participación en un mercado en el cual, al menos durante los últimos diez años, se ha registrado un crecimiento de 4.9 %, que concentra el 40% de la producción nacional de carnes con una aportación de 2,580,800 toneladas hasta el cierre de 2008.
Sin embargo en 2009 el volumen de pollo producido en México decreció 2.5%, y el consumo nacional disminuyó 3.5%, respecto del 2008. El consumo per cápita de pollo fue de 25.9 kilogramos para el 2009 seguido muy de cerca por los 22.2 kilogramos de huevo que consume la población mexicana. En 2010 la expectativa, según la UNA, es que la producción muestre apenas un ligero crecimiento respecto a 2009 pero reconoce una caída en el consumo per cápita.
El jugador líder en el mercado, el Grupo Bachoco, aceptó que la desaceleración económica en México, más pronunciada de lo esperado y con una reducción en el Producto Interno Bruto (PIB) de 6.5% afectó la capacidad de compra de los consumidores quienes, además, recibieron la oferte de carne de pollo importada, principalmente de Estados Unidos. Así, las importaciones llegaron a representar 423,400 toneladas. Lo paradójico es que las empresas mexicanas prácticamente no están exportando. Al parecer les basta con el mercado nacional a pesar de que México se ubica como el cuarto productor mundial de carne de pollo sólo superado por Estados Unidos, China, Brasil y la Unión Europea. Después de México le siguen en el ranking de productores líderes de este tipo de carne, India, Rusia e Irán.
En México, a diferencia de otros mercados, se comercializa pollo fresco, no congelado y las empresas con mayor participación en este negocio buscan incrementar sus márgenes y desafiar a la crisis pero sobre todo la competencia con productos de mayor valor agregado.
El sector enfrenta, sin embargo, la tendencia a una reducción de precios en el largo plazo entre ciclos de buena utilidad pero también periodos de sobreproducción.
El Consumo Nacional Aparente de carne de pollo es de 3,002,500 toneladas, más del 43% del consumo de carne en el país y su penetración en la dieta de los mexicanos ha permitido que se consolide como una industria generadora de empleos. Entre 1994 y 2008 el ritmo de crecimiento anual de los empleos ha sido de 3.7%, además el 60 por ciento de los empleos los genera la rama avícola de pollo y a pesar de los problemas que han enfrentado los productores la UNA confía en que se mantenga el número de puestos de trabajo.