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El presidente estadounidense da un golpe regional al volver a señalar que su objetivo es la disolución del TMEC para firmar nuevos acuerdos con Canadá y México. A su entender, el TMEC es negativo para Estados Unidos…
“¿El TMEC? Podríamos renegociarlo y eso sería bueno, o podríamos hacer acuerdos diferentes. Si queremos, podemos hacer acuerdos diferentes. Podemos llegar a acuerdos que son mejores para los países individuales. Quiero llegar al mejor acuerdo para este país…”, había declarado Donald Trump hace unas semanas sobre la posibilidad de no renovar el TMEC que vence en 2036, con el detalle de que en 2026 se debe realizar una profunda revisión del mismo. En esa primera instancia, el republicano había sido medido y lo pensaba como una posibilidad, sin embargo, en sus últimas palabras, Trump decidió ser más profundo y extremo.
En conferencia de prensa y desde la Casa Blanca, Trump señaló: “Esa idea sigue en marcha. Caduca en aproximadamente un año y dejaremos que caduque o quizás lleguemos a otro acuerdo con México y Canadá. Sepan algo, México y Canadá se aprovecharon mucho de Estados Unidos, como casi el resto de los países para ser justos, no son ellos, no los culpo. Sucede que hemos tenido gente estúpida dirigiendo nuestro país…”.
Actualmente, el TMEC fue firmado en 2018, durante el primer mandato de Donald Trump, y entró en vigor en 2020, con una vigencia prevista hasta 2036. La hoja de ruta indica que en 2026 hay una revisión programada, en la cual los tres socios deben determinar si se extiende a 2042: Trump no quiere eso. El mandatario estadounidense quiere firmar acuerdos de forma independiente tanto con México como con Canadá porque entiende que las condiciones cambiaron y su país no sale beneficiado de este trato.
Esta postura de Trump también se ve impulsada por la óptica del Representante Comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, quien en su momento fue detallista en algunos puntos negativos del actual TMEC: “No tiene sentido pensar en extender el TMEC cuando los mexicanos ni siquiera están cumpliendo en partes importantes del mismo. La relación de Estados Unidos con Canadá es muy diferente a la que tenemos con México. Cuando vemos esto, podemos preguntarnos ¿por qué pusimos junto esto? La respuesta es que suena muy bien desde el punto de vista de la Geopolítica…”.
En esa misma línea, Greer había reflexionado: “La realidad es que tenemos asuntos que son específicos de la relación con Canadá y asuntos específicos que sólo tienen que ver con México. El presidente pretende acuerdos bilaterales, dejando un poco de lado los acuerdos trilaterales. Estos acuerdos tienen que hacer sentido, que no nos coloquen en condiciones vulnerables en sectores críticos; que ofrezcan beneficios a los trabajadores y la clase media de Estados Unidos; que no produzcan los desbalances…”.
La incertidumbre por la decisión de Trump es grande. De momento no se sabe con exactitud hasta que punto puede llegar la revisión de Trump en el TMEC, es decir, si se solicita una renegociación parcial o total del acuerdo. En caso de no aceptar, la revisión sería año tras año hasta caducar el trato.
Desde el arco político mexicano creen que Estados Unidos no se marchará definitivamente del acuerdo y que estas palabras de Trump son solo una forma de presionar, sabiendo el impacto de sus declaraciones. Sheinbaum se mantiene firme y no hace mucho tiempo, fue categórica: “Nosotros vamos a defender el TMEC porque ha sido benéfico para los tres países. Si el presidente Trump hace un planteamiento distinto, vamos a estar preparados para cualquier circunstancia, pero evidentemente nosotros queremos que se mantenga el TMEC hoy…”.








