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La presidenta Claudia Sheinbaum optó por no confrontar las declaraciones de la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, quien negó que hubiera maltrato hacia el embajador mexicano ni hacia los integrantes de la flotilla humanitaria, y rechazó que los ataques en Gaza constituyan un genocidio.
El tema cobró relevancia tras la repatriación a México de los seis ciudadanos que integraron la Flotilla Global Sumud, una misión humanitaria en Gaza, quienes habían permanecido detenidos en Israel.
Los connacionales —Sol González Eguía, Ernesto Ledesma Arronte, Arlín Medrano Guzmán, Carlos Pérez Osorio, Diego Vázquez Galindo y Laura Alejandra Veléz Ruiz Gaitán— regresaron al país el miércoles, tras un trayecto que incluyó escalas en Amán, Jordania, y en Estambul, Türkiye, donde recibieron asistencia consular durante todo el viaje.
Al llegar a México, varios de los participantes compartieron que durante su detención fueron sometidos a maltrato por parte de las autoridades israelíes, incluyendo la policía, y que en ocasiones se les negó alimentación o acceso a medicamentos. Sin embargo, subrayaron que su experiencia no se compara con la situación que enfrentan diariamente los habitantes de Gaza.
Como señaló Diego Vázquez, uno de los integrantes de la flotilla: “¿Sufrimos maltrato? Sí… pero nada de eso se compara ni la vigésima parte a lo que sufren nuestros hermanos y hermanas palestinas a diario”.
Durante la conferencia matutina, Sheinbaum indicó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mantiene comunicación directa con los repatriados y que será la dependencia la encargada de brindar información basada en sus testimonios.
“El canciller, en pláticas con los mexicanos que estuvieron en la flotilla, que ya afortunadamente están en México, puede dar la información a partir de lo que ellos comentan”, dijo la mandataria.
Sin confrontar directamente a la diplomática israelí, Sheinbaum destacó la importancia del acuerdo de paz alcanzado entre Israel y Hamás, mediado por Estados Unidos, y subrayó que el objetivo debe ser una paz duradera basada en la soberanía de los pueblos.
“Esperemos que realmente sea un acuerdo de paz y de soberanía de los pueblos; ese es nuestro pensamiento en este momento”, expresó.
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