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El Grupo Lego es un corporativo privado. Sin embargo, se ha convertido en un apetitoso objetivo de inversionistas y fondos de capital. En Dinamarca, es una de las empresas más importantes y la cuarta generación de la familia Kristiansen la consolida como la empresa de juguetes más importante del mundo, superando, incluso, a Mattel Inc. que preside Bryan G. Stockton.
La paradoja que envuelve a Lego radica en que hace menos de una década estuvo a punto de quebrar. Sus diseñadores habían modificado los ya icónicos bloques de colores y apostaron por la complejidad. A tiempo, los accionistas de Lego – que controlan el 37 por ciento del capital, unos 5,300 millones de dólares, de acuerdo con el Índice de Billonarios de Bloomberg – regresaron a los modelos simples que en 1950 los catapultaron en la industria mundial de los juguetes.
El presidente de Lego es el financiero Jorgen Vig Knudstorp, quien sucedió en el cargo a Kjeld Kirk Kristiansen, considerado el hombre más rico de Dinamarca. En 2004, el Grupo Lego comenzó a perder más de un millón de dólares por día y los rumores sobre una posible toma de control por parte de empresas como Mattel no se hicieron esperar.
Fue entonces cuando Kjeld Kirk Kristiansen, nieto del carpitero danés que fundó la empresa en 1932 tomó la decisión de ceder el mando a Kundstorp. Egresado de Harvard y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el presidente de Lego trabajó para firmas como McKinsey. Para empezar, como decíamos, Knudstorp regresó a lo simple y disminuyó de 13,000 a 7,000 el número de piezas con las que se integraban los modelos y juguetes de Lego; pidió a los diseñadores mucha creatividad y, de nuevo, regresar a lo básico. La reorganización de los puestos de trabajo no se hizo esperar pero con un enfoque estratégico: traslado la producción a puntos cercanos a los principales mercados y así fue como llegó la inversión de Grupo Lego a México pero también a varios países de Europa del Este. Así que la inversión por 125 millones de dólares en su planta de Ciénega de las Flores, no es gratuita sino que forma parte de un esquema de crecimiento diseñado desde 2005 cuando Lego aceptó que además de diseñar y vender juguetes educativos tenía que ser una empresa rentable, un elemento poco aceptado por empresas danesas.
La nueva etapa de un gigante
Después vendría la mercadotecnia y el reposicionamiento de la minifigura que si bien apareció en el mercado en 1978 lo había hecho vinculada al color naranja. No obstante, asociarla con el licenciamiento de marcas y conceptos exitosos en el mercado como Star Wars, Harry Potter y crear incluso nuevos conceptos como Lego Ninja ha hecho toda la diferencia en materia de márgenes que aumentan a un ritmo de 25 por ciento. En 2012, según el informe anual, las ventas del Grupo Lego habrían sumado 4,040 millones de dólares. Analistas calculan que su margen bruto es de 71 por ciento y la noticia es que trascendió el mercado infantil generando comunidades de adultos adictos a los bloques de Lego. De acuerdo con los datos de Bloomberg y su índice de Billionarios, Lego es una empresa con un valor de al menos 14,600 millones de dólares, tomando en cuenta su capitalización de mercado más deuda menos efectivo. Mientras tanto, Mattel valdría 14,400 millones de dólares seguida de Hasbro con 5,400 millones de dólares.
Sume usted al patrimonio de Lego la participación de 36 por ciento de la familia Kristiansen en la compañía Merlin Entertainments Group que opera los cinco parques temáticos conocidos como Legolands que valdría unos 900 millones de dólares.
Lego, que podría traducirse como jugar bien, produce más de 1,140 piezas por segundo; en su planta de Dinamarca se producen 2.5 millones de bloques por hora o unos 42,000 por minuto.
En una semana, más de un millón de juegos de Lego con 230 millones de piezas se empaquetan en la fábrica del conglomerado que opera en Monterrey. Es en la República Checa en donde se almacenan 180,000 cajas con elementos de Lego mientras se transportan más de 600 cajas por hora. Y, finalmente, es en Hungría en donde 2.5 millones de bloques Lego se moldean todos los días. Para Lego, la siguiente etapa sin exagerar en la complejidad, será la digital asociando a sus minifiguras con juegos en Internet o desarrollando juegos de video.