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Para cumplir el objetivo, la dependencia federal aseveró que se utilizarán herramientas digitales que faciliten su cumplimiento, la simplificación de trámites, “al tiempo que se intensificará el combate a la evasión y elusión fiscal”.
El secretario de Hacienda y Crédito Público Edgar Amador dijo el lunes que los ingresos tributarios alcanzarán un máximo histórico de 15.1% del PIB en 2026, 0.3 puntos porcentuales por arriba de lo estimado para el cierre de este año “sin la necesidad de crear nuevos impuestos generales”
“El paquete fiscal 2026 incorpora disposiciones extra fiscales orientadas a salvaguardar la salud física y mental de los mexicanos al tiempo que establece mecanismos orientados a ampliar la base tributaria mediante herramientas digitales que faciliten el cumplimiento, la simplificación de trámites, la modernización de las aduanas, la prevención y sanción de la evasión fiscal”, dijo en la entrega del paquete económico 2026 al Senado, lo que incluye el presupuesto de Egresos y el proyecto de la Ley de Ingresos.
Amador señaló que al fortalecer la estructura tributaria y ampliar la base gravable se incrementarán los ingresos que integran la Recaudación Federal Participable, y, en consecuencia, las participaciones que reciben las entidades federativas se ampliará.
“Esto se traducirá en mayores recursos locales para atender prioridades propias en materia de salud, educación, seguridad, e infraestructura”, aseveró.
Entre las medidas se establece que no serán deducibles las tres cuartas partes de las aportaciones al IPAB por las instituciones de banca múltiple y también se proponen medidas fiscales en favor de la salud pública, por lo que a partir del 2026 se ajustará el IEPS aplicado a bebidas azucaradas y tabaco.
La iniciativa perseguirá el doble objetivo de incentivar hábitos más saludables y contrarrestar los efectos presupuestales asociados con el tratamiento de las enfermedades vinculadas con el consumo de estos productos
“El paquete económico 2026 es una hoja de ruta para construir para construir un México más fuerte, más competitivo y más justo. Su centro está en la convicción que guía a nuestros gobiernos por el bien de todos primero los pobres.
“Con esta visión, las finanzas públicas se convierten en instrumento para reducir desigualdades, crear oportunidades y asegurar un crecimiento que llegue a cada región y a cada familia de nuestro país”.