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La mayoría de los miembros de la junta de gobierno del Banco de México estuvo de acuerdo en que había espacio para un recorte de tasas y que éste sería consistente con la convergencia inflacionaria a un objetivo de 3 por ciento, señala Carlos Capistrán, economista en Jefe para México de BofA Merrill Lynch Global Research.
Las minutas mostraron una intensa discusión. Las minutas destacan que éste fue un recorte de una sola vez y no el inicio de un ciclo de relajamiento, al mismo tiempo que resaltan que la mayoría parte de los miembros estuvo de acuerdo en que el ajuste sería para reflejar las ganancias de la lucha en contra de la inflación.
La mayoría de los miembros añadió que, dado el contexto internacional actual y los riesgos potenciales, la mezcla apropiada de políticas macroeconómicas sería de un menor déficit presupuestario junto con una reducción en la tasa objetivo de política monetaria.
En cuanto a la inflación, la mayor parte de los miembros notó que a pesar de que la inflación alcanzará temporalmente niveles cercanos al 4%, ésta debería reanudar su tendencia a la baja al objetivo de 3% en la segunda mitad del año y durante 2014.
Sin embargo, el miembro “hawk” resaltó que los choques transitorios deberían ser cautelosamente evaluados, y agregó como riesgos al alza para la inflación: el incremento en los precios agrícolas, precios públicos más altos de lo esperado, episodios de aversión al riesgo y presiones relacionadas de demanda dada la tendencia al alza en la brecha de producción.
La junta resaltó una actividad global débil, debido a que los riesgos a la baja siguen presentes para las economías estadounidense y europea. Con la débil demanda externa, la junta notó que los componentes de la demanda interna también se han desacelerado.
No habrá convergencia al 3%. Las minutas demuestran un voto dividido por primera vez desde que éstas han sido publicadas (enero de 2011), con cuatro miembros a favor de un recorte y uno en contra. Sin embargo, no quedó claro si el recorte había tomado en cuenta el tipo de cambio. A pesar de que la mayoría de los miembros esperan que la inflación reanude su tendencia a la baja, nosotros no vemos un cambio inflacionario hacia los objetivos en el corto plazo, ya que hay riesgos al alza en el corto plazo (efecto de las heladas en los precios agrícolas, precios de combustibles, nuevos pesos en el Índice Nacional de Precios al Consumidor) y en el mediano plazo (brecha de producto en cero y con pendiente positiva, menor holgura en el mercado laboral, reforma fiscal en 2014).
Inflación a 4.1% debido a precios agrícolas en la primera quincena de marzo
La inflación para la primera quincena de marzo se situó en 0.52%, muy por encima de las expectativas. La inflación fue empujada por los altos precios en productos agrícolas, lo que contribuyó en 33 puntos base al dato de inflación en general. La inflación subyacente fue de 0.26%, también por encima de las expectativas después de un rebote en los precios de las mercancías (0.20%) y en servicios distintos a vivienda y educación (0.59%). La inflación anual subió a 4.12% desde un 3.63% que registró en la segunda quincena de febrero, mientras que la inflación subyacente subió a 3.06% desde el 2.97% previo.
Riesgos al alza. El mayor riesgo al alza en el corto plazo proviene de las heladas en varios estados, mismas que han afectado a productos agrícolas como el tomate verde y la calabacita. Un alza en los precios del jitomate podría también reflejar un incremento en las exportaciones a los Estados Unidos, después de que éstas registraron un ritmo reducido en meses recientes debido a la controversia con los productores de jitomate en Estados Unidos. Prevemos que esto continúe afectando los precios agrícolas en la segunda quincena de marzo. Aunado a esto, los brotes de gripe aviar continúan afectando los precios del huevo y del pollo.
En el mediano plazo, una brecha de producto alrededor de cero y con pendiente positiva, expectativas inflacionarias por encima del 3.5%, y un banco central más tolerante ante la inflación, evitarán que la inflación converja a 3% en el corto plazo. Además, prevemos una reforma fiscal que incremente los ingresos, que podría agregar entre 100 y 200 puntos base a la inflación en 2014.
Desempleo cae en febrero
La tasa de desempleo en febrero resultó de 4.84% y sorprendió a la baja, además estuvo por debajo de la de febrero de 2012, que fue de 5.33%. En términos ajustados por estacionalidad, la tasa de desempleo se ubicó en 4.76%, a comparación del 5.27% de enero. La reducción en el desempleo tuvo lugar aún con un incremento en la tasa de participación (58.7% vs. 58.4% hace un año). El empleo en el sector informal también bajó, de un 29.14% de la población empleada hace un año a 28.9%.
Menor holgura. A pesar de que el desempleo continúa por encima de los niveles pre-crisis, esta sorpresa a la baja refleja una mejora en el mercado laboral. Esto podría, en parte, reflejar el efecto de la reforma laboral, la cual añadió flexibilidad al mercado laboral. La tasas de desempleo bajó aún con un incremento en la oferta de trabajo debido a un incremento en la tasa de participación. Esta sorpresa positiva implica que el mercado laboral tiene menos holgura. A pesar de que el bache en la economía y el boom demográfico por el cual México atraviesa mantendrán los incrementos salariales bajo control, esto no evitará que las presiones de demanda sobre la inflación se acumulen, a la vez que la brecha de producto continúa moviéndose hacia territorio positivo.