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Las previsiones están sujetas a riesgos a la baja, entre los que sobresalen los cambios en las políticas de Estados Unidos, principal socio comercial del país, impactos que van a depender de la duración de las medidas y la manera en que las cadenas de valores se puedan ajustar a las circunstancias. El banco central descartó una recesión
La gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez, anunció el miércoles que revisaron a la baja las expectativas de crecimiento del PIB para este y el año siguiente, del 0.6% contemplado anteriormente a un 0.1% este año.
“Para 2026 la expectativa puntual de crecimiento del PIB se ajusta a la baja de 1.8% del informe anterior a 0.9% en el actual”, dijo en la conferencia de prensa para presentar el informe de inflación del trimestre de enero a marzo.
Rodríguez señaló que estas reducciones contemplan la debilidad que han venido mostrando la actividad económica nacional por varios trimestres y que se extendió al primer trimestre del año, cuando el PIB mostró un avance de 0.2%, considerado bajo por el banco central mexicano.
“A esta debilidad se ha sumado el contexto externo que se ha complicado ante el giro de Estados Unidos a su política económica” señaló la funcionaria.
Rodríguez dijo a los medios que las previsiones del Banxico están incorporando un efecto acotado que considera la resiliencia que han mostrado las exportaciones, el trato preferencial que se mantiene bajo el TMEC para muchas de ellas, y la espera de mayor información sobre los mecanismos de ajustes de las empresas exportadoras nacionales.
El informe a su vez admite que existe incertidumbre respecto de los efectos que estas acciones podrían tener sobre la demanda externa de México.
“Por el momento, se incorpora un efecto acotado, considerando la resiliencia que han mostrado las exportaciones mexicanas según la información disponible más reciente, el trato preferencial que mantienen aquellas realizadas bajo el marco del T-MEC y en espera de mayor información sobre los mecanismos de ajuste de las empresas exportadoras nacionales”.
Sin embargo, anticipa que la imposición generalizada de aranceles por parte de Estados Unidos a sus importaciones, merme el desempeño de la primera economía mundial. Esto podría derivar en una menor demanda externa para México. Las previsiones presentadas consideran este efecto al incorporar el reciente deterioro en las expectativas de variación para el PIB y la producción industrial de Estados Unidos.
Reina inquietud
El avance del PIB en el primer trimestre del 0.2% si bien es positivo se da en momentos de una debilidad persistente de la economía mexicana, donde la incertidumbre que han generado las medidas arancelarias anunciadas por el Gobierno de Estados Unidos podría haber afectado el comportamiento “en los agentes económicos” en el periodo.
La gobernadora del Banxico incluyó en este escenario las probables consecuencias sobre las decisiones de inversión y de consumo; “se mantiene la incertidumbre sobre lo que estas medidas pudieran tener sobre la demanda externa” del país, aceptó Rodríguez. La funcionaria reafirmó que las proyecciones del banco central “están incorporando un efecto acotado”, considerando la resiliencia de las exportaciones mexicanas hacia EU y el trato preferencial debido al TMEC, lo que se ha mantenido hasta la fecha.
“Estamos anticipando que en cierta medida las empresas exportadoras nacionales se van ajustar hacia un mayor aprovechamiento del tratado (trilateral de libre comercio). Sin embargo, estamos anticipando que esta imposición generalizada de aranceles por parte de Estados Unidos pudiera debilitar su economía y que esto a su vez tenga incidencia en una menor demanda por las exportaciones de nuestro país”.
En compensación, al pronóstico de atonía de la economía mexicana a lo largo del horizonte, no derivaría en una recesión, afirmó Rodríguez. “Vamos a estar atentos en el desempeño de la actividad económica dado los retos que representa”.
Las expectativas de crecimiento están sujetas a riesgos a la baja, entre los que sobresalen nuevos cambios en las políticas de Estados Unidos, principal socio del país, y ante la integración de ambas economías. “Sin duda estos efectos van a depender de la duración que vayan a tener estas medidas y cómo las cadenas de valores se puedan ajustar ante esta situación”.
