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Miles de interrogantes atormentan las mentes de los inversionistas y de la sociedad. Son las dudas en torno al manejo responsable de las finanzas públicas y de los excesos posteriores a la crisis de las hipotecas. Aquí algunas de ellas planteadas por expertos en economía global.
Miguel Ángel Lara Sánchez yVíctor H. Palacio Muñoz
¿Cuáles son las principales causas que llevaron a la crisis mundial actual?
Las causas más significativas que dieron lugar a la crisis de 2008-2009, y lo que falta, fueron: A) sobreproducción y caída de la demanda; B) exceso de gasto militar y pérdida gradual de las guerras en Irak y Afganistán; C) notable incremento del precio de las materias primas; D) contracción de los flujos de capital para la inversión; E) estrangulamiento de la producción por la especulación.
¿Por qué se dio la crisis financiera?
Algunos de los elementos más importantes son: A) colapso del mercado hipotecario de los EUA; B) severo déficit de los EUA (352.8% del PIB, sus deudas totales); C) estallido de la burbuja de capital ficticio; D) debilidad del dólar; E) contagio de la crisis hipotecaria en el conjunto del capital financiero de los EUA y del capital financiero del mundo.
¿Cómo influyó la especulación financiera para detonar la crisis?
Entre las principales se tienen: A) se derogan las barreras legales a la especulación en 1999; B) las principales entidades financieras de Wall Street son las causantes de la crisis en su afán especulativo; C) la economía mundial está dominada por el capital financiero; D) cimientos del nuevo ciclo especulativo: el sector inmobiliario, la intermediación financiera y una política de dinero barato a base de tasas de interés reducidas; E) las actividades del sistema financiero que trabaja con instrumentos “sucios”.
¿Cuánto influyó el comportamiento del PIB mundial y las fases del ciclo económico?
En 2001 el PIB del mundo creció 2.2%, y en 2002 lo hizo en 2.9%, estos años fueron de estancamiento económico; para 2003 se dio una reanimación media con 3.6% de aumento; en 2004 y 2005 hubo una fase de prosperidad con tasas de 4.9% y 4.5%, respectivamente; el auge se presentó en 2006 con 5.1% y 2007 con 5.2%; cayendo la economía a 3% en 2008 y -0.6% en 2009 ya en pleno proceso de crisis (FMI, abril 2010).
Es importante señalar que en 2009 las economías avanzadas cayeron 3.2%, en tanto que las economías emergentes y en desarrollo crecieron 2.4% (Ibíd.). Este dato es relevante ya que la recuperación económica recaerá sobre los hombros de los trabajadores de los países menos desarrollados y éstos transferirán excedentes a las potencias imperialistas para ayudarlas a salir de la crisis. Según el FMI, la economía mundial cerró 2009 con un decrecimiento de 0.6%.
Todas las economías avanzadas registraron bajas en su PIB (-3.2% en conjunto), así como las regiones atrasadas de América Latina (-1.8%), Europa Centroriental (-3.7%), y la CEI (-6.6%). Las únicas tres regiones que sortearon la crisis y crecieron fueron: África al sur del Sahara (2.1%), Asia en desarrollo (6.6%) y el Medio Oriente (más el norte de África) (2.4%).
De las economías avanzadas, la que tuvo el mayor retroceso fue Japón (-5.2%), seguida por Alemania (-5.0%), y el Reino Unido (-4.9%). En la Unión Europea el PIB cayó 4.1%, en Canadá 2.6% y en Estados Unidos 2.4%.
Obsérvese que las economías de los países menos desarrollados son las que realizan el gasto fundamental para salir de la crisis económica. Al respecto, países como China que tuvo un crecimiento del 8.7% o India con 5.7%, son las naciones que se perfilan como pivotes para sortear la crisis en el mundo (Ibíd.).
¿Cómo el peso de la crisis recae sobre en la población?
Según el informe del FMI, el PIB por habitante cayó en 2009 6.4% en Rusia, 6.2% en México, 4.1% en Venezuela, 4.5% en el Reino Unido, 4.0% en Japón, 3.7% en Alemania y España, 2.7% en Canadá y 2.1% en Estados Unidos.
¿Se avecina una etapa de estancamiento?
Una vez que pase la vorágine de la crisis, la economía mundial entrará en una fase de estancamiento económico. Esta se caracteriza por lo siguiente: cierre de empresas, fusiones y adquisiciones; capacidad instalada ociosa; caída de los valores de las acciones; contracción del comercio mundial (del 8.5% de crecimiento en 2006 bajó a 6% en 2007 y al 3% en 2009); transferencias masivas de valor hacia los centros imperialistas mediante las variaciones en el tipo de cambio, lo que hace entrar en crisis a ramas enteras de las economías de donde se sustrae el excedente; destrucción de capital humano, mediante el notable incremento de las filas del desempleo mundial.
¿Cuáles serán las repercusiones de la crisis en la clase trabajadora?
La población en el mundo se calcula en 6,900 millones de personas, de las que 5,500 millones forman la clase obrera mundial. En 2009, y con la crisis a cuestas, solamente están empleados 2,500 millones de trabajadores y 3,000 millones están desempleados y subempleados. He aquí una clara manifestación de cómo a los dueños del capital les tiene sin cuidado lo que le pasa a los trabajadores (a sus trabajadores) y en momentos de crisis prefieren prescindir de sus servicios.
La situación se torna más alarmante cuando sabemos que de esos 2,500 millones de personas empleadas, alrededor de 1,300 millones están en la pobreza con un ingreso de 2 dólares diarios; y 750 millones de trabajadores se encuentran en la pobreza extrema ganando 1.25 dólares al día (OIT, 2009).
Como corolario a esta difícil situación, el FMI propone que: “Las reformas del gasto en prestaciones obligatorias que no socaven la demanda a corto plazo —por ejemplo, el aumento de la edad de jubilación obligatoria o la reducción del costo en atención de la salud— deben ejecutarse sin demora” (FMI, 2010). Queda claro, una vez más, a qué intereses sirven los organismos financieros internacionales.
¿Cuál será el comportamiento del capital financiero?
En las economías avanzadas el mejoramiento se observa en lo siguiente: disminución de diferenciales bancarios, de swaps de riesgo de incumplimiento crediticio, de bonos empresariales y la recuperación de los mercados en las bolsas de valores. Asimismo, el crédito bancario se está flexibilizando (FMI, 2010). Por su lado, las economías no desarrolladas tienen la misma tendencia pero en mejores condiciones que los países altamente desarrollados.
¿Se acerca la recuperación?
Pese a criterios sobrados de optimismo, no todo es miel sobre hojuelas. Según Stephen Roach, economista jefe del Morgan Stanley, la recuperación económica va a tardar por tres motivos: porque la crisis financiera aún no termina y más bancos van a quebrar; porque continúa la recesión en la mayoría de los países; y porque el bajo poder adquisitivo de los consumidores de Estados Unidos que fueron el motor del crecimiento impulsados por la burbuja está en la “etapa inicial de un ajuste que va a tomar varios años” (Bloomberg, 2009). Por ello, dice que si bien se van a ver algunos números “más bonitos” en el tercer trimestre, eso se debe sobre todo a la reducción de inventarios. Por tanto, no es descartable una recaída.
Con la caída de la Bolsa en Grecia y Portugal el pasado 27 de abril, se desdibujó la situación económica y financiera en el mundo: el índice referencial MSCI de acciones latinoamericanas cayó más de 4%, después de que Standard & Poor’s recortó la calificación crediticia de Grecia a territorio “basura”, enviando a la baja a las bolsas desde Wall Street hasta Europa.
S&P había rebajado antes la nota de Portugal en dos escalones y amenazó con reducirla aún más, si sus niveles de endeudamiento rebasan sus expectativas. “Los inversionistas continúan preocupados por la falta de consenso en cuanto al apoyo a Grecia por parte de las autoridades de la Unión Europea”, dijo César Valdés, analista de la casa de bolsa Base en México. “La rebaja en las calificaciones de Portugal y Grecia impulsarán una mayor volatilidad en los mercados financieros en el corto plazo”, dijo por su parte el Grupo Financiero Ixe. Al cierre de las operaciones, la bolsa brasileña se desplomó un 3.34%, en tanto que en México el mercado accionario cayó 3.23%, su mayor tropiezo en más de 10 meses; en Chile la caída fue de 0.63%; en Argentina de 2.56% (Reuters, 2010)
El temor al riesgo golpeó también a los mercados cambiarios latinoamericanos: El real brasileño se debilitó un 1.09%; el peso mexicano cayó 1.39% y en Chile la moneda local bajó a mínimos de una semana a 523.80 pesos comprador y 524.30 pesos vendedor. Esto llevó a que los inversionistas buscaran refugio en el dólar (Ibíd.).
¿Cuáles son las probables salidas de la crisis y cuál será el papel del Estado?
El papel del Estado ha sido fundamental para atisbar la recuperación económica. El mecanismo utilizado ha sido la política económica: en este sentido el gasto público ha sido prioritario, dejando para un momento posterior a la política monetaria. Además, lo importante, en estos momentos, es revertir la deuda pública. Las economías emergentes en este aspecto no tienen mucho problema ya que su deuda representa el 30 o 40% del PIB; pero las economías avanzadas sí tienen dificultades mayúsculas ya que sus deudas están cerca o sobrepasan el 100% del PIB. Para hacer esto se necesita incrementar la base impositiva y diversificar la inversión.
Además, se requiere instrumentar una política monetaria cautelosa para salir de la crisis con baja inflación y baja tasa de interés; recapitalizar los bancos, reestructurarlos; reactivar las bolsas de valores; crear empleos; combatir el déficit de cuenta corriente; coordinar una política económica única a nivel mundial; incrementar el ahorro para así posibilitar el crecimiento de la inversión; controlar el mercado de materia primas (alimentos, petróleo, gas, agua); redistribuir el ingreso, etcétera
¿Existe el peligro de que la deuda pública se vuelva una amenaza?
Luego de la caída de Lehman Brothers a fines de 2008 y el fin de la burbuja financiera, los principales Estados capitalistas evitaron una depresión al costo de convertir deuda privada en deuda pública. Tanto en Estados Unidos como en los países que integran la Unión Europea y Japón, las principales bancas de inversión, aseguradoras y bancos comerciales (aunque también empresas como General Motors) evitaron la quiebra a través de la participación del Estado.
Los planes de estímulo fiscal con tasas de interés históricamente bajas constituyeron mecanismos claves para reanimar la demanda y el crédito, con esto se logró contener el curso depresivo de la economía, pero al mismo tiempo fue trasladado el problema del sector privado al público, lo que provocó que los déficit fiscales y las onerosas deudas públicas hagan más vulnerables a las economías.
El mercado de deuda pública bajo la forma de títulos, bonos y otros instrumentos financieros funciona de manera similar a cualquier otro mercado de capitales y dado que los ataques especulativos se dirigen hacia puntos críticos del sistema, puede sostenerse que “los problemas en los mercados de deuda pública empiezan a parecerse peligrosamente a los ataques especulativos contra el sector financiero de hace año y medio” (Bach, 2010).
La intervención de los Estados para contener el curso de la crisis arroja así un resultado de dos caras: contiene la caída de los negocios privados a costa de absorber la crisis e incentivar la gestación de una nueva burbuja de deuda pública. El problema reside en que, por un lado, la deuda pública constituye, como decía Marx, el más ficticio de todos los capitales ficticios ya que carece de cualquier tipo de contraparte real. Por otro lado, en el primer acto el Estado actuó como garante de los negocios capitalistas; en un segundo acto, si efectivamente el blanco lo constituyen los Estados, ¿quién va a rescatarlos? (Ibíd.)
¿Cuáles serán los impactos de mediano y largo plazos?
Se debilita el TLCAN y fortalece al bloque de Asia Pacífico; aumenta la progresiva pérdida de la hegemonía de los EUA, con el consiguiente fortalecimiento de los movimientos sociales de América Latina; incremento de la robotización y las siguientes fases de la automatización basada en las computadoras, a nivel productivo; reformulación del sistema financiero mundial y el sistema monetario internacional con mayor peso del bloque de Asia Pacífico y de China; se acelerará la integración de China, India y probablemente Japón a ASEAN; disputa por la hegemonía mundial entre la Unión Europea y Asia Pacífico, tratando de hacer a una lado a los EUA.