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La protección solar es un hábito que se debe promover en niños, jóvenes, adultos y personas mayores, sin excepción.
La protección solar es una necesidad constante, independientemente de la etapa de la vida en la que nos encontremos; no importa si se tratan de los primeros meses de vida o la etapa de la vejez; nuestra piel está igualmente expuesta a los rayos del sol y a sufrir quemaduras o padecimientos más graves.
Utilizar productos que construyan un escudo en rostro y cuerpo es algo fundamental, aunque poco se habla de edad en la que se debe comenzar con su aplicación, ni si dicho hábito se tiene que reforzar en alguna faceta específica de nuestra vida.
El propósito de la nota es justamente ese: informarte para que puedas tomar las medidas pertinentes. Acompáñanos a leer.
¿Cómo cuidar a niños y bebés?
Las características de los protectores solares para pequeños sí importan. Al momento de seleccionar uno, procura revisar que tenga un Factor de Protección Solar (SPF o FPS, por sus siglas en inglés) de, por lo menos, 50; así te asegurarás de que no serán víctimas de los rayos UVA y UVB.
En lo que respecta a la fórmula, se recomienda una suave, no irritante, libre de fragancias y colorantes para que no causen molestia alguna en los bebés. Sobre la aplicación, lo ideal es que se coloque generosamente en las áreas que van a estar expuestas al sol 15 minutos antes de salir.
No olvides que se debe poner nuevamente cada dos horas, en especial si el infante suda o entra en contacto con el agua; mantenle hidratado y no le expongas directo al sol, menos en las horas de mayor radiación solar, o sea, entre el mediodía y las 4 PM.
Adolescentes y protección solar
En esta etapa, las actividades al aire libre suelen ser protagonistas, dando pie a que los rayos solares dañen la piel a largo plazo. Por desgracia, en la mayoría de los casos, convencer a los adolescentes para que tomen en serio el tema resulta una odisea, mucho más por el peso que acostumbran a darle a la apariencia estética por encima de su salud.
Enseñarles a adoptar el hábito mediante estrategias eficaces, así como la compra de productos que les parezcan atractivos, va a ser clave para que sumen a su rutina el aspecto de la protección solar. Un punto a favor es que las redes sociales se han encargado muy recientemente de enfatizar el cuidado de la piel, por lo tanto, las posibilidades de que el joven se interese en el skincare, no están reducidas a cero.
En la medida de lo posible, hay que educarlos sobre los peligros del bronceado y la exposición excesiva al sol, así como fomentarles el uso de ropa protectora, sombreros y lentes.
Los adultos y el envejecimiento prematuro a causa del sol
A medida que envejecemos, el daño acumulativo de los rayos UV puede traer consecuencias significativas; desde arrugas y manchas, hasta cáncer en la piel. La incorporación de gel, cremas y otros productos de protección solar a tu día a día es una rutina preventiva clave para esquivar todo tipo de efectos nocivos.
Existen una cantidad enorme de opciones en el mercado, pero te aconsejamos adquirir en una farmacia dermatológica en CDMX o en la ciudad de la República Mexicana en la que residas, ya que así te asegurarás de escoger fórmulas que contengan ingredientes como antioxidantes o agentes hidratantes que te beneficien de manera adicional.
Recuerda aplicar el protector también en el cuello y detrás de las orejas, además, considera buscar ropa que está integrada con protección solar, de ese modo, no tendrás que preocuparte de tu salud cuando vayas de vacaciones a la playa, pases el día en el bosque o realices otra actividad que implique estar bajo el sol.
Adulto mayor: lee esto
La creencia generalizada de que quienes poseen piel madura ya no necesitan cuidarse del sol, o que “ya no vale la pena que lo hagan” es totalmente errónea. Conforme nos hacemos mayores, la piel se vuelve más delgada y sensible, lo cual es señal de que la protección solar debe ser rigurosa al 100%.
Las personas de la tercera edad son especialmente vulnerables a los perjudiciales rayos ultravioleta, por ello, no tienen que olvidar colocarse algo que les garantice un blindaje contra los mismos. Se recomiendan productos que tengan niacinamida y ácido hialurónico, pues son elementos muy eficaces en protección, hidratación, y que mejoran la elasticidad de la piel.
Ojo: se aplica a diario y cada dos horas tiene que añadirse una capa adicional para reforzar sus efectos, incluso en invierno o si no se planea salir, pues los dispositivos electrónicos, como las televisiones y los celulares, emiten una luz contra la cual también conviene protegerse.
En caso de que la colocación del producto sea difícil debido a problemas de movilidad, es importarle solicitarle a alguien que le ofrezca asistencia. Por supuesto, considerar un protector con un espectro de 50+ y utilizar ropa que frene al sol de lesionar la piel, es una constante que no se tiene que olvidar, ni en niños, adolescentes, adultos y gente mayor.
Tal y como se hizo referencia en el apartado anterior, la gente ha mantenido ideas erróneas acerca de la protección solar; adicionalmente a lo ya señalado, se piensa que a los más pequeños no hace falta aplicarles nada porque su piel no lo requiere, e incluso, que se corre el riesgo de dañarles si desde temprana edad se les pone algún producto.
Como ya revisamos, en cada etapa de la vida la protección solar sí importa y es crucial llevarla a cabo de modo adecuado para que la piel esté siempre saludable. Promueve hábitos tempranos para que mantenerlos a lo largo de la vida no sea problemático y se logren prevenir padecimientos perjudiciales.