Diablos Rojos: ¿Cómo crea afición un equipo histórico?

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El presidente de Diablos Rojos, Othón Díaz, explica las estrategias para captar al público femenil e infantil en el estadio Alfredo Harpa Helú.

En el último año, en el Estadio Alfredo Harp Helú —la casa de los Diablos Rojos del México— se ha comenzado a observar un fenómeno difícilmente apreciable en otros estadios del deporte profesional mexicano.

Grupos de mujeres acuden a disfrutar de los partidos de béisbol solas, sin la presencia de algún hombre que las deba defender de cualquier clase de insulto, acoso o abuso.

“Nosotros tenemos estrategias específicas y te puedo decir que hemos apostado muchísimo al tema de las mujeres”, explica a Revista Fortuna Othón Díaz Valenzuela, presidente ejecutivo de los Diablos Rojos.

“Hoy —agrega— consideramos que las mujeres son un sector más importante que el de los hombre y, en segundo lugar, yo pondría a los niños. Hemos buscado estrategias para que los niños no fallen los domingos y tengan un sano esparcimiento”.

De hecho, explica el directivo de Diablos Rojos, ha sido la propia afición la que ha captado el mensaje y ha hecho del Estadio Alfredo Harpa Helú un especio seguro para mujeres y niños.

“Si alguien comienza a hacer alguna tontería o empieza a actuar mal, toda la gente comienza a gritarle ‘fuera, fuera’ y es, hasta que se va, que la gente se queda tranquila. Eso habla muy bien de la afición que ha entendido que la seguridad y la tranquilidad es fundamental”, detalla el directivo.

¿CÓMO LLEGAMOS A ESTO?

El presidente ejecutivo de los Diablos Rojos lo expone de la siguiente manera: “Lo primero que hicimos fue entender qué era el producto Diablos Rojos”.

“Y el producto Diablos Rojos —continúa— no solamente es el equipo de béisbol; son al rededor de 14 factores que tienen que ver: desde el estadio, los uniformes, las marcas, los logos, alimentos y bebidas, el tema de las pantallas, cómo se interactúa con el público, el play list que se utiliza en el estadio y que debe ser diferenciado porque no es el mismo para un juego en martes o jueves al que necesitas en sábado o domingo”-

Es decir, el Alfredo Harp Helú “es un estadio que nos permite muchísimas cosas: dos pantallas donde en una están las estadísticas del partido y en otra interactúas con el público”.

Un punto fundamental en la estrategia de los Diablos Rojos —y los aficionados los saben perfectamente— es la comida.

“Nosotros hemos entendido que el estadio debe ser como una plaza gourmet, donde la gente pueda comer, prácticamente, lo que se le antoje. Tratamos de tener toda la oferta y, así, hay una mejor experiencia. Además, hay un trabajo para difundir esos alimentos en redes sociales”, comenta Díaz Valenzuela.

¿QUÉ RESULTADOS SE OBTUVIERON?

El presidente ejecutivo de los Diablos Rojos recuerda que, en los primeros días, prácticamente los únicos asistentes al Alfredo Harp Helú eran los propios operadores del estadio y los aficionados históricos de los Diablos Rojos.

”Hoy sí ha cambiado radicalmente y ya estamos por los 10,700 aficionados en promedio”, reconoce.

“No es lo mismo el aficionado que va los martes al de los viernes que el del sábado e incluso el del domingo. Pero eso nos da la amplitud que necesitamos con los patrocinadores ya que estemos cubriendo un amplio segmento del mercado”, concluye el directivo.