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El Departamento de Comercio de EUA firmó un “acuerdo preliminar” con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para la construcción de “instalaciones de fabricación de semiconductores de vanguardia”. Las inversiones realizadas por el fabricante líder en Arizona ascenderán a 65,000 mdd.
La empresa taiwanesa de semiconductores TSMC construirá una tercera fábrica de semiconductores en la ciudad de Phoenix, un proyecto que valora la inversión total de la compañía en el estado de Arizona en 65,000 millones de dólares (mdd), según declaraciones del presidente Joe Biden, consignó información de la agencia EFE.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Biden afirmó que el Departamento de Comercio firmó un “acuerdo preliminar” con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para la construcción de “instalaciones de fabricación de semiconductores de vanguardia”.
“Gracias a esta inversión, TSMC también construirá una tercera fábrica de chips en Phoenix, aumentando su inversión total en Arizona a 65,000 millones de dólares y creando más de 25,000 empleos directos en construcción y fabricación, junto con miles de empleos indirectos”, de acuerdo con el comunicado.
Este plan es parte del objetivo del gobierno estadounidense de producir el 20% de los semiconductores del mundo para 2030, una de las metas de la Ley CHIPS y Ciencia aprobada por el Gobierno del demócrata el año pasado.
Efecto Yellen
El anuncio se produce en plena visita de la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, a Pekín, donde el lunes se reunió con el presidente del Banco Popular de China (Banco central), Pan Gongsheng, ante quien destacó “la importancia de que las dos economías más grandes del mundo trabajen juntas para promover la estabilidad financiera”.
Durante su estancia, la representante estadounidense ha mantenido reuniones con otros altos funcionarios chinos como el primer ministro, Li Qiang, o el viceprimer ministro a cargo de la política económica, He Lifeng.
La cuestión taiwanesa sigue siendo uno de los principales puntos de fricción entre China y EE.UU., que, al margen de ser el principal suministrador de armas de Taiwán, se podría ver ante la tesitura de tener que defender a la isla en caso de conflicto.
El viaje de Yellen siguió a la conversación del pasado lunes entre los presidentes chino y estadounidense, Xi Jinping y Joe Biden, en una llamada telefónica en la que conversaron sobre Taiwán, tecnología y fentanilo.
El pasado diciembre, ambos países retomaron el diálogo militar de alto nivel, suspendido por China después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwán en agosto de 2022, un viaje que enfureció a las autoridades chinas.
Xi y Biden acordaron la reanudación de los diálogos castrenses durante la reunión que mantuvieron el pasado noviembre en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en inglés) en San Francisco (EE.UU.).
Taiwán -donde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde, y cuya “reunificación” no la ha descartado con el uso de la fuerza.