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Todavía no se hizo oficial por parte de los clubes, pero increíblemente es lo último y lo único que falta: Kylian Mbappé dejará el Paris Saint Germain y jugará en el Real Madrid por las próximas cinco temporadas. El delantero le da un giro absoluto a su carrera y la onda expansiva de su decisión tiene daños colaterales, cambiando por completo el mapa del fútbol europeo.
La expectativa por la definición del futuro de Mbappé se llevó toda la atención del fútbol mundial. A seis meses de terminar su contrato con el Paris Saint Germain, el futbolista de la Selección de Francia tuvo una reunión con el dueño del club, Nasser Al Khelaifi y ahí le confirmó que no renovará su vínculo y que su deseo es irse para jugar en el Real Madrid. Con disgusto y cierta nostalgia, Al Khelaifi aceptó la decisión de Mbappé.
El adiós del nacido en Bondy, Francia, cambia por completo el futuro del fútbol francés. El adiós de Mbappé se da en el preciso momento que los clubes y principalmente PSG, negociaba los derechos televisivos con la Ligue1. La renovación de dichos derechos se dan al final de esta temporada y el acuerdo sobre la mesa es por cinco temporadas, sin embargo, las cifras cambiaron totalmente luego de la salida de Mbappé.
De la misma forma que esos números estallaron cuando Neymar, Messi y Mbappé estaban en PSG, ahora la curva va en declive. La salida de Mbappé podría desembocar en un problema tremendo para LFP, que tenía como objetivo alcanzar los mil millones de euros entre los derechos nacionales e internacionales. En ese contexto, la presencia de Mbappé era vital.
El análisis que hacen en el fútbol francés es que la salida de Mbappé reducirá la cifra final entre un 20 y 30 por ciento, recordando que el propio Mbappé aporta 140 millones de euros en conceptos televisivos a la Ligue1. Con un panorama altamente negativo, BeIN Sports, la cadena televisiva del dueño del PSG, Al Khelaifi, quiere quedarse con los derechos hasta 2029.
En un principio, Vincent Labrune, presidente de la LFP, presentó una oferta de 900 millones de euros por los derechos globales, pero las ofertas que llegan están muy por debajo y nadie está dispuesto a pagar esa locura de cifra, que en un principio era de mil millones de euros. Por su parte, Canal+, que tuvo los derechos durante 20 años, retiró su candidatura a quedarse con los derechos y desde la empresa fueron contundentes: “El rugby, hoy tiene más interés que el fútbol”.
En las últimas horas, se instaló la posibilidad de un trinomio: Prime Video, DAZN y beIN Sports. El deseo sería que entre las tres emisoras lleguen a completar las pretensiones de Labrune, no obstante, todavía es incipiente hablar de un acuerdo. Hasta el momento, la única certeza es que Mbappé deja Francia y obliga a todos a una reconstrucción que implica inversión en todos los aspectos: fichajes estelares, derechos televisivos y competitividad deportiva en la élite.
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