Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 23 segundos
Sin embargo, el funcionario anotó que hay riesgos que incluyen conflictos globales que podrían dificultar de nuevo la operación de las cadenas de suministro y provocar una mayor inflación. Los riesgos internos provendrían de las luchas por el presupuesto federal y las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
El presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, dijo el jueves que estaba abierto a reducir las tasas de interés antes de lo que había anticipado si hay evidencia “convincente” en los próximos meses de que la inflación en Estados Unidos está cayendo más rápido de lo que esperaba, consignó información de la agencia Reuters.
Bostic había dicho previamente que esperaba que sería apropiado recortar la tasa de interés de referencia a un día del banco central estadounidense en el segundo semestre de este año, pero el jueves dijo que “si continuamos viendo una mayor acumulación de sorpresas a la baja en los datos, es posible que me sienta cómodo defendiendo la normalización antes del tercer trimestre. Pero la evidencia tendría que ser convincente”.
En declaraciones preparadas para un evento patrocinado por el Atlanta Business Chronicle, el funcionario añadió, sin embargo, que la situación general que enfrenta la Reserva Federal “requiere precaución”.
“Los recortes prematuros de las tasas podrían desencadenar un aumento en la demanda que podría iniciar una presión al alza sobre los precios”, alertó.
“No queremos socavar el gran avance que hemos logrado hasta la fecha para volver a alcanzar la meta de inflación”.
Bostic dijo que espera que la medida de inflación preferida de la Reserva Federal -el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE)- caiga al 2.4% este año, aún sobre el objetivo del banco central del 2%, con pronósticos empañados por una cantidad aún excesiva de incertidumbre. La lectura del PCE fue del 2.6% en noviembre.
Los riesgos incluyen conflictos globales que, según Bostic, podrían enredar nuevamente las cadenas de suministro y provocar una mayor inflación, así como riesgos internos derivados de luchas por el presupuesto federal y elecciones.
En sus perspectivas globales de 2024, el Banco Mundial dijo a principios de año que si bien prevé que la inflación general seguirá moderándose a nivel global, en algunas regiones sigue siendo elevada, lo que limita el margen para una flexibilización de la política monetaria.
Además, el organismo internacional incorporó los impactos de las condiciones financieras mundiales en medio de elevadas tasas de interés reales en las principales economías avanzadas.