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La pasión por los trenes corre por las venas de los colaboradores de Alstom.
El abuelo de Carlos García, un ingeniero en electrónica de 37 años, egresado de la Universidad Veracruzana, fue mecánico de la ya extinta Ferrocarriles Nacionales en sus talleres de la región de Los Sauces, Jalapa.
Su padre también fue operario en la etapa de final de los ferrocarriles mexicanos como empresa del Estado Mexicano. Carlos recordó cómo desde pequeño comenzó su amor por los trenes; su padre le permitía subir a las locomotoras y, desde entonces, se preguntaba cómo esas enormes maquinarias de acero avanzaban tan rápido.
Estudió ingeniería; su padre se jubiló y Alstom le abrió las puertas para iniciar su carrera en el laboratorio del Centro de Mantenimiento en donde se analizan los combustibles y aceites que usan las locomotoras.
Carlos García, técnico operario en nivel cinco en el escalafón sindical, trabaja en producción para Alstom Mexicana, la empresa que aceptó el desafío de construir la infraestructura y las locomotoras para el Tren Maya.
Carlos es uno de los 150 colaboradores en este centro de mantenimiento de Alstom Mexicana para locomotoras de Ferrosur especializados en la revisión preventiva y correctiva.
Reparar una locomotora requiere de conocimientos muy específicos y aquí la firma Alstom Mexicana los ha encontrado y formado. Talleres de cómputo; clases de inglés, pero, sobre todo, la decisión de aprender está aquí presentes.
Óscar Valencia, tiene 32 años es gerente de ingeniería. Hace algunos años siendo todavía operario sufrió la pérdida de su abuela. Cuando ella muere, Valencia se refugia en su cuarto y se encierra sin interés en nada. La única forma de cómo olvidar fueron los manuales de las locomotoras y aprendió todo y hoy es el instructor de Alstom.
En este centro de reparación y mantenimiento, las historias se entrecruzaron con la pasión por los trenes y con ese orgullo que repiten aquí sin rubor alguno: “No cualquiera repara una locomotora”, nos dijo el gerente del Centro.
Originario de Monclova, Coahuila, el responsable de este Centro de Mantenimiento, un administrador de empresas que debe tener apenas 40 años, cuenta cómo con sólo 18 años y en 1994 ingresó a Alstom en Monterrey. Era montacarguista. “Yo cargaba el tráiler y allí con Alstom crecí y allí terminé la preparatoria”.
Estudió la Licenciatura en Administración de Empresas y fue, entonces, cuando le ofrecieron trasladarse a Jalapa por un año nada, a un puesto de control de producción.
A los 25 años comenzó a vincularse con la gerencia de producción y en 2011, Alstom encontró en él a su nuevo Project Manager. Como gerente de este Centro de Mantenimiento, estaba a cargo de un equipo de 150 personas que dan mantenimiento a las locomotoras de Ferrosur que siguen al pie de la letra las fichas técnicas y los manuales de mantenimiento diseñados en colaboración con ingenieros franceses que compartieron las normas y especificaciones vigentes en Francia y que se complementan con las de México.
Sin embargo, los colaboradores de Alstom en este centro de mantenimiento no sólo conocen los manuales de operación de sus propias locomotoras sino las de otros fabricantes como General Electric (GE).
Allí también se da mantenimiento a locomotoras de última generación, pero también a aquellas que, por la calidad de sus componentes, siguen dando servicio en los rieles; a maquinas locomotoras que dan servicio desde la década de los ochentas y que todavía se operan con sistemas manuales.
En este centro, se incluyen locomotoras de Ferrosur para los sistemas de inspección y vigilancia. Los talleres de Alstom en Jalapa están equipados para un mantenimiento más profundo. Se tienen las grúas para levantar equipos más pesados; se hace el cambio de ruedas y aquí se tiene el equipo para bajarlas.
Desde mantenimiento a los tres meses, semestral, anual y hasta inspecciones pesadas de 6 años, en donde la locomotora puede pasar hasta 15 días.
Al sureste y región golfo mexicano, regresa el Tren de Pasajeros del Istmo Línea Z, desde Salinas Cruz Oaxaca. Ojalá pronto regrese a Veracruz.
Firman acuerdo para la adquisición de los ferrocarriles del Tren Maya
