Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 36 segundos
Para México, frente a los desafíos que presenta la integración comercial en América del Norte, así como la relocalización de cadenas productivas, contar con una infraestructura amplia y eficiente resulta crucial para garantizar el funcionamiento económico. La participación del sector privado es clave para alcanzar estos objetivos.
En México, sin embargo, enfrentamos un desafío considerable y los datos lo confirman. El Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes 2020-2024 señala que solo 25 por ciento de la red de carreteras federales está en buen estado, lo que exhibe una brecha significativa en inversión.
En el contexto del crecimiento del nearshoring, analistas afirman que para fortalecer el mercado interno es necesario modernizar más de cuatro mil 100 kilómetros de carreteras, un esfuerzo que requeriría una inversión cercana a los 215 mil millones de pesos.
Mientras tanto, México necesita modernizar su infraestructura de transporte, no solo para mejorar su competitividad logística, sino también para promover el desarrollo de las comunidades.
Actualmente, el país ocupa el puesto 66, de 139 países evaluados en el Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial, que mide la capacidad para facilitar el comercio de bienes de manera eficiente y confiable. Con carreteras en óptimas condiciones, señalan los expertos, también mejoraría el acceso a servicios públicos esenciales, como seguridad, salud y educación, impulsando así el crecimiento económico y el bienestar social.
Posibles asociaciones público-privadas
Los proyectos de colaboraciones público-privadas emergen como una solución clave para superar las restricciones fiscales e impulsar un desarrollo económico y social sostenible. Recurrir a estas colaboraciones permite movilizar recursos adicionales a la escala requerida, para elevar el crecimiento económico de México y crear más oportunidades. Se trata de esquemas en donde todas las partes involucradas en la sociedad obtienen claros beneficios, de acuerdo con la experiencia y los casos confirmados.
Algunos títulos de concesiones, ejemplo de cooperación público-privada
La Ampliación al Objeto de los Títulos de Concesión de Infraestructura Carretera ha obtenido más de 88 mil millones de pesos de recursos adicionales, por medio de la modificación de 15 títulos de concesión.
En estos días, los principales concesionarios de infraestructura carretera en México, además del Fonadin, son: Banobras, Ideal, Pinfra, RCO, ICA, Coconal, Aleatica, Fibra EXI, Abertis y Roadis, dado que tienen la mayor cantidad de kilómetros en carreteras concesionadas.
Ampliar las concesiones a nivel nacional ha permitido la construcción y operación de vías en Nuevo León, Estado de México, San Luis Potosí y Chihuahua, entre otros. Estos proyectos incluyen obras tan importantes como las carreteras que conectan al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y al Libramiento de Ciudad Juárez.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial (AMCIV), sus socios están comprometidos con garantizar el tránsito de bienes y personas. En México existen 75 títulos y 187 tramos carreteros concesionados, lo que representa más de diez mil 500 kilómetros (km) concesionados.
Los socios de la AMCIV operan más de cuatro mil 500 km en México y dan servicio a 1.5 millones de vehículos todos los días. Las concesiones de los socios de la AMCIV representan una inversión de más de 760 mil millones pesos.
Las concesionarias están comprometidas con ofrecer el mejor servicio posible a sus clientes. Las vías de cuota tienen mejores niveles de satisfacción de usuarios que las vías libres en seguridad, señalamiento y el estado general de las carreteras.
En términos anuales, las concesionarias de la AMCIV invierten más de cuatro mil millones de pesos para conservar la infraestructura y contar con la tecnología carretera más avanzada.
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, desde 1990 el sector privado ha invertido 27 mil 750 millones de dólares en infraestructura vial en México, liberando fondos estatales para otros usos.
El esquema concesionario permite reorientar el gasto público a otras prioridades sociales. Las concesiones de infraestructura carretera permiten que el gobierno atienda otras necesidades ciudadanas, como la educación, la salud y el crecimiento económico.
Ejemplo: Las concesiones del Estado de México
Las concesiones del Estado de México son especialmente valiosas para el país, tomando en cuenta los proyectos de conectividad que se desarrollan en la zona. Debido a la posición geográfica clave del Estado de México, las concesiones viales y aeroportuarias del estado son centrales para la conectividad federal en la esfera económica y privada del país.
Existen 12 autopistas estatales concesionadas en el Estado de México, por las que circulan cerca de 530 mil automóviles cada día y, en conjunto, abarcan más de 460 mil km en la entidad.
Los últimos datos disponibles del Gobierno del Estado de México (2022), muestran que esta entidad aportó 9.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Circuito Exterior Mexiquense
El Circuito Exterior Mexiquense (CEM), operado por Aleatica, es una vía de 118 km, que tiene 310 mil cruces diarios y comunica gran cantidad de zonas conurbadas, mediante autopistas entre el Estado de México y diferentes regiones de Toluca, Puebla, Hidalgo y Querétaro.
Con una inversión de más de tres mil 900 millones de pesos, Aleatica realizó la obra de interconexión entre el CEM y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que se está convirtiendo en la sede de la carga aérea de mercancías que llega a la CDMX.
Además de representar una de las soluciones de movilidad más complejas del país y ser el segundo distribuidor vial más grande de México, esta obra apuntala a la región como un centro logístico-industrial con gran potencial para el crecimiento de diversos negocios y sectores.
Atizapán Atlacomulco AT-AT
Con una inversión de más de 25 mil millones de pesos, Aleatica construye la Autopista Atizapán-Atlacomulco, con 77 km de extensión. Esta vía tiene el potencial de convertirse en uno de los corredores industriales más importantes del país, debido a su posición estratégica. Su importancia económica incluye el hecho de que conecta la Ciudad de México con puntos logísticos en el Bajío y el océano Pacífico, completando la ruta México-Nogales, que sin duda favorecerá al corredor del T-MEC.
Inversión en ambos activos de Aleatica
Con la interconexión al AIFA y la Autopista Atizapán-Atlacomulco, Aleatica se posiciona como la empresa que más inversiones está generando en México en infraestructura carretera. “Somos un socio confiable, porque invertimos en el desarrollo económico del país, con la operación de vías seguras, eficientes y sostenibles”, asegura esta empresa.