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Hace unos días, 91 diputados de la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobaron un paquete de reformas de la Constitución Nacional. El poder que consigue Daniel Ortega es absoluto. Estas modificaciones transforman el modelo de Estado establecido en la Carta Magna y refuerzan el control del poder bajo un sistema totalitario.
Para muchos, la situación que atraviesa Nicaragua es insostenible. El cambio profundo que se hizo de la Constitución deja al país en las manos de Daniel Ortega y como si fuese poco, quedó establecido que todo aquel que se exprese en contra, será considerado “traidor a la patria”. En ese contexto, Argentina volvió a dar un paso al frente y pidió la captura del líder nicaragüense.
Ariel Lijo, juez federal argentino, ordenó la declaración indagatoria y la captura internacional del líder de Nicaragua, Daniel Ortega, y de la vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo. El motivo principal de la orden de captura es por presunta responsabilidad en graves violaciones a los derechos humanos.
“Se trata de violaciones a los derechos humanos en las cuales habrían tenido participación altas autoridades de la República de Nicaragua. Al respecto recuérdese que el plan estratégico de represión desplegado en Nicaragua involucró a todos los estamentos del poder político y judicial del Estado”, sostuvo el magistrado.
En esa misma línea, Ariel Lijo puntualizó: “A Ortega se le imputa haber llevado a cabo un plan sistemático y generalizado de violenta represión contra la población civil de la República de Nicaragua, cuyo objeto era la disuasión de manifestaciones sociales y la persecución de los sectores políticos disidentes, se valieron de la estructura del aparato estatal, amparándose en los roles institucionales que tenía cada uno de los intervinientes”.
“Se realizaron encarcelamientos arbitrarios, asesinatos, actos de tortura, desaparición forzada de personas, traslado forzado de la población, deportaciones, censura mediática, privación de atención médica, supresión de matrículas profesionales habilitantes, persecución por motivos políticos y religiosos, cancelación de la personería jurídica y quita de la nacionalidad”, sentenció Lijo.
Desde Argentina esperan que otros países se terminen sumando a esta tremenda iniciativa y posiblemente Chile tome el mismo rumbo ya que en las últimas horas, su presidente, Gabriel Boric, reflexionó sobre lo que sucede con Ortega: “No olvidemos a Nicaragua y su tragedia. El régimen de Ortega y Murillo se consolida “legalmente” como una dictadura silenciando, expatriando y reprimiendo cualquier oposición. Todo tan tan lejos de la promesa y esperanza sandinista”.