Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 39 segundos
Asume también que el Gobierno mexicano respondería con un arancel similar, mientras que otros medidas que incorporará la Administración Trump, como la deportación de inmigrantes que impactará el envió de remesas, provocarían que el PIB del País crezca solo 0.6% en 2025
La unidad de análisis de Moody´s Corporation, Moody´s Analytics anticipó el viernes que tras la asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero próximo, la potencia impondría aranceles de 10% a las exportaciones de México, su principal socio comercial.
“Nuestro escenario base asume que el gobierno de los Estados Unidos impone un arancel del 10% a las exportaciones mexicanas en el segundo trimestre de 2025 y lo mantiene hasta finales del año”, dijo Alfredo Coutiño, director para América Latina de esta unidad.
El ejecutivo agregó que su escenario base asume también que el Gobierno mexicano respondería con un arancel similar a las importaciones procedentes de Estados Unidos.
Coutiño considera que en el tema de inmigración, Estados Unidos pondrá en marcha deportaciones de trabajadores mexicanos indocumentados, circunstancia que responde también a “políticas de seguridad nacional”.
La interrupción en el ritmo de envío de remesas tendrá consecuencias para el consumo de las familias de bajos ingresos, que representan una proporción relevante de los receptores de remesas en el País.
Ambas medidas, junto con los recortes de impuestos corporativos y los incentivos del Gobierno de EU para traer de regreso a empresas y empleos afectarán los flujos de inversión hacia México.
“Todo esto producirá una reducción del crecimiento económico de México hacia un 0.6% en 2025, desde un 1.3% en 2024”, mencionó. Coutiño.
La creciente incertidumbre y la aversión al riesgo afectarán el mercado cambiario, lo que, junto con la reducción de la inversión extranjera y el deterioro de la balanza comercial, producirán una depreciación del peso de entre 5% y 10%.
Coutiño señaló que debido a la depreciación del peso y al encarecimiento de las importaciones desde EU, la inflación en el País aumentará hasta un 5.5% hacia mediados del 2025.
“Para calmar los mercados y promover un ajuste ordenado, la política monetaria responderá revirtiendo el relajamiento, es decir aumentando la tasa de interés”.
Lazos directos
La estrecha relación comercial de México y EU a raíz de que cobró vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hace más de dos décadas, renovado por el T-MEC en 2020, hace que ambos países sean interdependientes, aunque el vecino del Sur resultaría el más afectado en su comercio dado que el volumen y los importes hacia la potencia son mucho mayores, cerca del doble.
De hecho, durante octubre, el último registro, México consolidó su posición de principal socio comercial con la potencia, con exportaciones por un valor de 45,492 millones de dólares (mdd) a tasa mensual, para un acumulado desde enero por 424,377 mdd.
La Oficina de Censos del Departamento de Comercio de EU dijo a principios de diciembre en el reporte respectivo que el déficit alcanzado por la primera economía mundial con México, por 16,400 mdd, era el más alto en su historia.
Un documento de Grupo Financiero Base señala que las exportaciones totales explicaron el 36.9% del PIB de México con datos al primer semestre del 2024 divulgados por fuentes como el INEGI. El País envía más del 80% de sus productos de exportación hacia Estados Unidos.
Base agrega que la participación de México en el déficit de la potencia ha crecido casi 70% desde que Trump fue electo para su primer mandato presidencial.
Coutiño alertó que la reducción del superávit comercial de México con Estados Unidos “tendrá efectos reales en la economía mexicana”.
“Así, la perspectiva de México para 2025 se caracterizará por un menor crecimiento y una mayor inflación, acompañada de un aumento de la volatilidad financiera”.
Al panorama adverso del próximo año, le seguirán más tensiones durante 2026 cuando México enfrente “una segunda ola de turbulencia” causada por la revisión y negociaciones en torno a la renovación del TMEC a mediados de ese año.
El mes pasado, Moody’s Ratings rebajó la Perspectiva de México desde Estable a Negativa, lo que representa una presión adicional para el Grado de Inversión “Baa2”, que fue ratificado.
El cambio respondió a la visión de la agencia de riesgos crediticios sobre “un debilitamiento del marco institucional y de formulación de políticas que podría socavar los resultados fiscales y económicos”.
Moody´s alertó en esa ocasión que más allá de la debilidad que presentaría el País entre el 2024 y el 2025 en las métricas de su deuda soberana, “la fortaleza fiscal podría disminuir más de lo que actualmente anticipamos y afectar el perfil crediticio de México”.