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El líder venezolano tiene el control absoluto del país. Una nueva medida, informada por el Ministerio de Transporte, tensiona más todavía a la sociedad que no puede salir del país…
Es sabido que Nicolás Maduro tiene como enemigos a países como Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Israel y otros tantos de Europa. Sin embargo, ahora vuelve a desconfiar de otros cuatro naciones y por eso decidió cortar todos los vuelos aéreos a esos países. En medio de los festejos por “la navidad del 1 de octubre”, Maduro sigue limitando cada vez más a aquellos venezolanos que quieren irse del país.
“El objetivo de esta medida es proteger al pueblo de Venezuela, de la entrada de visitantes desde esos países con intenciones nefastas. Estamos trabajando para garantizar una situación de extrema seguridad en Venezuela. El desarrollo de la economía y el intercambio comercial siguen en marcha, pero detectamos riesgos de seguridad. Quizás en un tiempo esas rutas vuelvan a reactivarse”, aseguró Ramón Velásquez Araguayán, Ministro de Transporte de Venezuela.
“Son decisiones que se ha tomado en el Alto Gobierno como un mecanismo de protección al pueblo para evitar que personas con algunas intenciones nefastas puedan ingresar a nuestro país. Es una medida de extrema seguridad”, sentenció, Velásquez Araguayán.
Los países en cuestión son Perú, Chile, República Dominicana y Panamá. El primero en reaccionar fue Chile, que a través de un comunicado, expresó: “Se trata de una decisión unilateral que vuelve a poner en una situación de vulnerabilidad a cerca de 800 mil venezolanos que residen en nuestro país. Es una acción injustificada y que lamentamos”.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas (ALAV) de Venezuela, Marisela de Loaiza, dialogó con EFE y reveló: “La suspensión con Panamá, República Dominicana y Perú es una medida política con la que el país reduce un 54 por ciento su conectividad internacional…”. Vale recordar que luego del escándalo de las elecciones que se apoderó Maduro, los pasajes para salir de Venezuela, se encarecieron un 300 por ciento y algunas empresas se vieron colapsadas por la inmensa cantidad de pasajes demandados.