Economía mexicana se encaminó en abril hacia una desaceleración

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Los dos motores del PIB, los sectores de la Transformación y de los Servicios se estancaron en su comparación a tasa mensual, en momentos en que la economía cayó 0.2% en marzo, con cifras revisadas. En marzo también las ventas del comercio al por menor reportaron su peor caída en 39 meses.

La actividad económica de México creció a una tasa mensual de 0.1% el mes pasado con cifras desestacionalizadas, aunque sus dos componentes, los sectores de la Transformación y Servicios, los motores que explican más de dos terceras partes del desempeño del PIB, se quedaron estancados, con una variación de 0 en ambos casos, según indicadores oportunos difundidos el lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El Instituto agregó que el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estimó una expansión de 1.7% del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) medido contra abril del 2023, donde, por grandes sectores del IGAE, las actividades secundarias y terciarias exhibieron alzas de 1.6% y 2.2% con cifras desestacionalizadas, respectivamente.

“Las estimaciones realizadas presentan sus respectivos intervalos de confianza a 95% para los meses de marzo y abril de 2024”, aseveró el Instituto, que mostró que el indicador oportuno de la economía tuvo en marzo una minusvalía de 0.2% a tasa mensual, revirtiendo con esto un resultado original que había sido positivo en la misma magnitud, esto es, de 0.2%.

A tasa anual, la economía mexicana con cifras oportunas creció a un ritmo de 2.4% en marzo, apoyadas por el factor de estacionalidad y el efecto calendario.

El indicador oportuno permite tener estimaciones econométricas sobre la evolución del IGAE, clave para entender la trayectoria del PIB. Mientras que el IGAE y sus actividades económicas se dan a conocer ocho semanas después del mes de referencia, el IOAE presenta sus estimaciones apenas tres semanas después del cierre de cada mes, por lo que se adelanta en cinco semanas a la publicación de los datos oficiales.

Tomando en cuenta la directriz base 2018, en el cuarto mes del año, el IOAE estimó un nivel de 104.2 puntos para la actividad económica de México en su conjunto, y de 103.8 para las actividades secundarias, y de 104 para las terciarias. En marzo, el indicador general ubicó en 104.1 puntos.

Caen ventas minoristas

Este mismo lunes, INEGI informó que los ingresos de los establecimientos comerciales al por menor exhibieron en marzo un retroceso de 0.2% con cifras desestacionalizadas, contradiciendo el estimado de analistas de un avance de 0.3%.

En su medición frente a marzo de 2023, los ingresos reales del comercio minorista subieron en 0.6%, pero con cifras originales, esto es, expresadas sin el efecto calendario y las que usa el mercado en sus proyecciones, las ventas al menudeo sufrieron un descalabro en marzo al caer en 1.7%, su peor caída en 39 meses, afectadas principalmente por el desplome de las ventas exclusivamente a través de internet, y catálogos impresos, televisión y similares, de 18.9%.

Otras minusvalías importantes estuvieron representadas por las ventas de artículos de papelería, para el esparcimiento y otros artículos de uso personal, con una caída anual de 14.9%; las de productos textiles, bisutería, accesorios de vestir y calzado, de 6.7%, y las de artículos de ferretería, tlapalería y vidrios, de 6.2%.

“Los débiles datos de las ventas minoristas reflejan señales de enfriamiento en el consumo, lo cual sugiere que el crecimiento de la economía hacia el 2T24 (segundo trimestre) podría desacelerarse más de lo previsto”, alertó Janneth Quiroz, directora de análisis económico en Grupo Financiero Monex.

Ignacio Huerta Monzalvo, analista del banco Bx+, dijo que para este mismo periodo, que abarca, los meses de abril, mayo y junio, el consumo privado en México podría dejar de debilitarse, apoyado en el crecimiento del empleo y los salarios, y la posibilidad de que se adelanten la entrega de algunos programas sociales, distintivo de los años electorales.

Sin embargo, Huerta anticipó que para la segunda mitad del año, los buenos efectos del gasto público sobre la economía, en un nivel sin precedentes en décadas, pueden revertirse, por lo que si la actividad económica en general desacelera se afectará además el empleo y la confianza del consumidor.