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El Monitor de la Seguridad Vial, presentado hoy por la Fundación Aleatica, advirtió que, en el año 2021, se revirtió la tendencia a la baja en las cifras de mortalidad, morbilidad y hechos de tránsito. Aún más, se tuvo un repunte del 30% lo que enciende las alertas en torno a este problema. En Méxio, 43 personas mueren todos los días por hechos de tránsito.
Esto, explicó la fundación, debido a que las lesiones y defunciones se incrementaron considerablemente, particularmente entre los usuarios de motocicleta en quienes la tendencia al alza ha sido sostenida al menos desde los últimos 20 años.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), En el caso mexicano, los hechos de tránsito tienen como consecuencia, la pérdida de la vida de 43 mexicanos todos los días en las calles y carreteras del país. Además, en promedio cada año, 100 mil resultan con lesiones leves y 33,500 lesionados graves a consecuencia de alrededor de 370 mil hechos de tránsito.
En el desglose de los datos, el estudio detalló que el incremento del número de lesiones graves generadas post pandemia fue de un 30.8%, al pasar de 36,484 en 2021 a 42,736 en 2022, es decir 6,252 más. Así, el número de fatalidades a nivel nacional, pasó de 14,454 en 2021 a 15,674 en 2022, regresando a su tendencia prepandemia.
Con estos datos, indicó el análisis, la tendencia ligeramente a la baja de años anteriores, se revierte en el 2021 y continua durante 2022.
“Para poder lograr las metas del Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, generar mejores y diferentes estrategias, será necesario trabajar con todos los sectores para alcanzar una agenda en favor de la seguridad vial”, indicó Juan Bosco MARTI Ascencio, presidente de la Fundación Aleatica.
Motocicletas, alta letalidad
En el caso de México la mortalidad entre ciclistas, peatones y motociclistas alcanza el 60% del total de defunciones por accidentes de tránsito, afirman investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en el artículo “El estado de las lesiones causadas por el tránsito en México: evidencias para fortalecer la estrategia mexicana de seguridad vial”, publicado en Cadernos de Saúde Pública en el 2014.
En este documento, los autores destacan el interés sobre las lesiones fatales y no fatales entre los motociclistas del país. De 1999 a 2009 las muertes entre los usuarios de motocicletas aumentaron 332.2%. Llama la atención que, durante el mismo periodo, el número de motocicletas en el país incrementó 312%. De acuerdo con el análisis de datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, los motociclistas constituyeron el 23% de los 1.4 millones de personas que reportaron haber sufrido un accidente vial sin consecuencias fatales en el país.
La OMS identifica cinco principales factores que aumentan el riesgo de las lesiones causadas por el tránsito:
- El exceso de velocidad
- La conducción bajo los efectos del alcohol
- No usar de casco por los motociclistas
- No usar los cinturones de seguridad y
- No emplear medios de sujeción para los niños
- En el caso de los motociclistas, utilizar correctamente un casco certificado (por las normas DOT y ECE) reduce 40% el riesgo de morir durante un accidente y puede disminuir alrededor del 70% de una lesión severa. De ahí la importancia no sólo de usar el casco, sino de asegurarse que su calidad se encuentra certificada.
De acuerdo con la OMS, el casco cumple tres funciones:
1) Reduce la desaceleración del cráneo y, por lo tanto, el movimiento del cerebro al absorber el impacto. El material mullido incorporado en el casco absorbe parte del impacto y, en consecuencia, la cabeza se detiene con más lentitud. Esto significa que el cerebro no choca contra el cráneo con tanta fuerza.
2) Dispersa la fuerza del impacto sobre una superficie más grande, de tal modo que no se concentre en áreas particulares del cráneo.
3) Previene el contacto directo entre el cráneo y el objeto que hace impacto, al actuar como una barrera mecánica entre la cabeza y el objeto.
Los motociclistas que no usan casco corren un riesgo mucho más alto de sufrir algún tipo de traumatismo craneoencefálico o una combinación de ellos.
Los cascos aportan una capa adicional a la cabeza y, de ese modo, protegen de alguna de las formas más graves de traumatismo cerebral, declara OMS en su manual de seguridad vial para decisores y profesionales sobre cascos.
“Es posible que en el futuro los motociclistas se conviertan en un grupo de mayor peso relativo en términos de morbi-mortalidad. De ahí que la OMS ha llamado la atención sobre las necesidades particulares de los usuarios de la vía pública más vulnerables”, puntualizan los investigadores del INSP.
Para prevenir lesiones y accidentes viales: promovamos el uso de cascos certificados, respetemos los límites de velocidad, no manejemos bajo el efecto del alcohol ni usemos el celular mientras conducimos. Usa la cabeza, ponte casco.
¿Cómo revertir esta tendencia?
Así, para lograr la meta de reducir al 50% el número de fatalidades y lesionados, para el 2030; durante el 2022, debimos contar con 12,074 fatalidades, sin embargo, se registraron 15,674, lo cual representa una diferencia de 3,600 personas más de lo proyectado; en otras palabras, un 29.8% más de lo esperado.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los hechos de tránsito ocupan el décimo segundo lugar entre las principales causas de defunción a nivel mundial, provocando la pérdida de más de 1.19 millones de vidas al año. Dichos sinies- tros provocan traumatismos no mortales, y se estima que cerca de 50 millones de personas resultan lesionadas, muchas de ellas derivando en una discapacidad.2
El 53 % de las personas que mueren en las vías de tránsito del mundo son peatones, ciclistas, motociclistas y usuarios de micromovilidad. Además, los hechos de tránsito son la principal causa de defunción para las personas de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años.3 Los costos económicos globales de los hechos de tránsito ascien- den al 3% del Producto Interno Bruto mundial.
En el año 2022 entró en vigor la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la cual creó el Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (SNMySV), y en octubre de 2023 la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial 2023-2042. para garantizar el derecho consti- tucional a una movilidad con seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, calidad, sostenibilidad e igualdad.
Como se puede observar, los hechos de tránsito constituyen un grave problema de salud pública y desarrollo, que conlleva elevados costos sanitarios y socioeconómicos para todos los países.
Por lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró hace más de una década el periodo 2011–2020 como el Decenio de Acción por la Seguridad Vial. En esta proclamación, alentó a los países a sumarse a esta iniciativa global para hacer frente a la importante carga que imponen las lesiones causadas por el tránsito en el mundo.10
El Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020, puso de relieve la importancia de adoptar un enfoque integral de la seguridad vial y a la mejora constante del diseño de ciudades, carreteras y vehículos. Así como el perfeccionamiento de políticas de trans- porte, la aplicación de la ley y el diseño de calles que permitan caminar, andar en bicicleta y desplazarse en transporte público de manera segura, así como carreteras y autopistas de alto desempeño.11
Ante el incumplimiento de la meta de reducir a la mitad el número de fatalidades en el primer Decenio de Acción, en el año 2020, México se sumó al Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, el cual fue puesto en marcha en octubre de 2021 con el ambicioso objetivo de prevenir al menos el 50% de las fatalidades y los traumatismos por colisiones causadas por hechos de tránsito a 2030.12
A través de estas acciones, México se perfiló para hacer del Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, una realidad. Sin embargo, y de acuerdo con lo que el lector comprobará a través del análisis de este documento, México se encuen- tra ante un desafío para lograr cumplir estas metas, entre las que destaca, de manera apremiante, proteger a los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas), quienes representan el 70 % de las fatalidades a nivel nacional. Cabe mencionar las fatalidades que involucran a dichos usuarios vulnerables ocu-rren principalmente en las ciudades.
Así, la Fundación Aleatica para la Seguridad Vial, busca ser parte de la solución, aportando información que nos permita analizar los retos y buscar políticas y estrate- gias que atiendan esta problemática, de la mano de todos los actores involucrados. Recordemos que la Fundación se adhirió al del Segundo Decenio de Acción por la Segu- ridad Vial; y ha incorporado el Enfoque de Sistema Seguro con el objetivo de reducir las muertes y traumatismos debidos al tránsito por lo menos en un 50% para contribuir en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, principal- mente con la meta 3.6 “Reducir fatalidades y hechos de tránsito”.
El Enfoque del Sistema Seguro es reconocido por organismos internacionales y define que los seres humanos, los vehículos y la infraestructura vial deben interactuar de una manera que garantice un alto nivel de seguridad. Es decir, establece que todos los actores involu- crados en la movilidad son corresponsables en crear condiciones para la seguridad vial.
Aquí puedes consultar el reporte completo
https://www.fundacionaleatica.org/wp-content/uploads/2024/05/Whitepaper_Monitor_SV.pdf