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El subgobernador señala que si la Reserva Federal estadounidense se retrasa en su decisión de política y empieza a disminuir la tasa hasta septiembre, se contaría con un mejor margen de maniobra para México. Asevera también que preocupa la persistente presión alcista de la inflación de los servicios, que se resiste a ceder desde el 5%.
El subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath dijo en un programa transmitido el miércoles por el Grupo Financiero Banorte que lo más relevante para México en materia de política monetaria en esta etapa es la actuación de la Reserva Federal, ante un desempeño en la inflación que no está bajando conforme a la expectativa, y que además tiene presiones locales.
“Es muy difícil pensar que nosotros pudiéramos ir en contra del ciclo que, de alguna forma u otra, va a seguir la Reserva Federal” mencionó, bajo la premisa de que los objetivos de inflación de los bancos centrales alrededor del mundo siguen arriba de las expectativas; “para nosotros, definitivamente, va muy en línea con la persistencia de la inflación, de que la inflación no ha bajado como nos hubiera gustado ver, no solamente aquí, sino en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo”.
La consideración es que si la Fed retrasa la decisión de política de un recorte a su tasa de interés referencial “hasta septiembre”, el banco central mexicano tendría un mayor margen de maniobra en sus decisiones, sin la presión del calendario de la Reserva Federal de empezar con los ajustes.
Servicios no cede
En lo local, Heath, que votó a favor del primer recorte a la tasa en marzo pasado después de 15 alzas iniciadas en junio de 2021, reconoce una persistente presión de los precios en materia de servicios, la verdadera preocupación hacia adelante y el dique para alcanzar el objetivo definido por el banco central mexicano de una inflación de 3% en el segundo trimestre de 2025.
Heath vuelve a enumerar como piedras en el camino la política fiscal expansiva de este año, que va “en la otra dirección que la de nosotros” y un mercado laboral “muy apretado”, donde todavía se registran incrementos salariales significativos, entre las principales.
Aunque sé que es un año electoral, pues para nosotros realmente el calendario electoral tiene muy poco que ver con nuestras decisiones y eso sí no es algo que sea tan fundamental para nosotros.
Heath menciona que son dos años con una inflación de los servicios dentro del índice subyacente, esto es, aquel que marca la tendencia inflacionaria de largo plazo, en un rango entre 5 y .5.5% “y que no ha querido romper el primer umbral necesario del 5%, y eso realmente nos tienen más preocupados más que cualquier otra cosa”.
Dentro del índice subyacente, representado por los precios de las mercancías y los de los servicios, estos últimos clasifican de no comerciables, con precios no obedecen a la variabilidad de los factores internacionales. Esto significa que los precios de los servicios son mucho más susceptibles a las condiciones cíclicas de la economía, y responden más a factores como presiones salariales.
“Y son precios que realmente tenemos que ver que empiecen a disminuir sus ritmos de incremento pronto. Y eso yo creo que es quizás la parte que más, más preocupa”.
Tras el recorte anunciado en la más reciente reunión de política de marzo, que llevó a la tasa de interés referencial de 11.25% a 11%, los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico, el máximo órgano de decisión de política monetaria en el país, declararon que México seguía con una postura restrictiva, con un balance de riesgos con sesgo al alza.
Heath hace una pausa y a partir de esta fase indica que, de fallar el Banco de México en sus proyecciones de inflación con un objetivo de 3% lo más seguro es que los agentes del mercado estén viendo la inflación más elevada y no más baja.
“En otras palabras, hay más sesgo o más posibilidad de que la inflación tenga más persistencia de la que estamos queriendo ver. Y eso, obviamente, significa que nuestra tarea se va a dificultar”.
Producto de los impactos causados por la pandemia, México tocó niveles máximos de inflación del 8.7% en el tercer trimestre de 2022 y fue hasta octubre pasado que marcó un mínimo en este ciclo de 4.25%, lo que no se ha vuelto a ver en los últimos cinco meses.
Heath acepta que, en ese periodo, no se ha visto realmente una clara trayectoria a la baja en materia de inflación.