Educación financiera desde la niñez: 5 básicos que no deben faltar

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En México, el 41.2% de las personas con deudas destina entre el 20 y hasta el 50% de su salario a pagar créditos, préstamos y otras cuentas por pagar. Es altamente probable que tú estés en este grupo, debido a que desde la infancia no aprendimos conceptos básicos sobre el valor del dinero, donde solo el 13.38% asegura mantenerse libre de deudas. Es tiempo de aprender.

*Por Pilar Torres Ospina, directora de comunicación institucional y asuntos públicos de Scotiabank México.

¿Destinas hasta el 50% de tu salario en pagar deudas? No te culpes, compartes una realidad similar a la de muchos mexicanos. Esta situación se debe, en gran medida, a que desde la infancia no aprendimos conceptos básicos sobre el valor del dinero.

En México, el 41.2% de las personas que tiene deudas destina entre 20 y hasta 50% de su salario al pago de créditos, préstamos y otras cuentas por pagar, mientras que sólo 13.38% asegura mantenerse libre de deudas.[1]

La mayoría de la población aprende algunos conceptos financieros hasta que enfrenta problemas con sus deudas, ya que ni la educación informal, ni la formación académica, incluyen cursos básicos para tomar decisiones informadas respecto al dinero.

En ese sentido, los más pequeños de la familia suelen ver el dinero como algo lejano, como un tema en el que no deben intervenir ni opinar porque es un problema de adultos. El primer paso, es romper esa barrera y hablar con ellos de algunos conceptos básicos para que poco a poco adquieran conciencia de lo que significa administrar y cuidar el dinero.

Romper barreras

La lección de oro es enseñar con el ejemplo. Una forma es que niñas y niños observen y experimenten cómo la familia destina tiempo a administrar el dinero. En México, 41.5% de los mexicanos lleva registro de los recibos o deudas y 23.5% hace anotaciones de los gastos,[2] la cual es una buena práctica, cuya importancia debe compartirse con todos los miembros del hogar.

Los niños también pueden experimentar el valor del dinero cuando disfrutan de los bienes adquiridos. Hay que transmitir que para tener esos bienes se ahorró dinero o se obtuvo un crédito. De hecho, esa es la mejor forma de mostrar que un financiamiento no es una fuente de preocupación, sino la mejor herramienta para cumplir sueños.

Inculcar hábitos financieros sanos desde edades tempranas prepara a los niños para enfrentar los desafíos económicos que puedan surgir en la adultez y promueve la responsabilidad y la toma de decisiones informadas.

Estos son los cinco conceptos básicos enfocados para una educación financiera desde la niñez:

  1. Presupuesto. Es una herramienta básica donde registramos nuestros ingresos y gastos. Se puede hacer un presupuesto semanal, mensual o anual y sirve para tener total conciencia de cuánto dinero tenemos y cómo disponemos de él. Se puede iniciar con algo muy básico en una libreta.
  2. Ahorro. Es guardar una parte del ingreso para usarlo en el futuro, lo que permitirá alcanzar metas o contar con dinero para enfrentar un problema, como puede ser una enfermedad. Es una de las mejores prácticas para tener una vida tranquila.
  3. Inversión. Es tener el dinero en un instrumento financiero que genere rendimientos, o sea, que lo haga crecer. Esos instrumentos los ofrecen instituciones formales. En México hay pagarés, fondos de inversión, emisiones de Gobierno (Cetes) y otros.
  4. Tasa de Interés. Es el beneficio que se obtiene por el dinero ahorrado o invertido durante un tiempo determinado. Es un concepto clave porque permite comparar la oferta de diferentes instituciones. Siempre se expresa como un porcentaje
  5. Crédito. Es un préstamo que otorga una institución financiera a quien demuestra que tiene capacidad para pagarlo. Tiene elementos básicos como monto (valor del préstamo), tasa de interés (lo que cobrará la institución financiera), comisiones (otros pagos por servicios diversos) y periodo de pago. Con un crédito se puede comprar una casa, un auto o pagar un viaje al extranjero, por ejemplo.

A nivel internacional se han dado múltiples esfuerzos por establecer como prioridad la alfabetización financiera. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y su Red Internacional de Educación Financiera (INFE, por sus siglas en inglés), han establecido lineamientos para la educación financiera. El principal objetivo es incorporarla a la formación escolar como parte de una estrategia nacional enfocada a niñas y niños, precedida por un estudio de alfabetización financiera de los jóvenes.[3]

[1] Invested, Bienestar Financiero, Reporte México 2022. p 5.

[2] SHCP, CNBV, Inegi, Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, p 21.

[3] Banco de Desarrollo de América Latina, La educación financiera en América Latina y el Caribe. Situación actual y perspectivas. 2013. Pág. 51 y OCDE, https://www.oecd.org/financial/education/oecd-recommendation-on-financial-literacy.htm.

La educación financiera eficaz es potencialmente beneficiosa para tener una sociedad económicamente saludable y sostenible. Impulsemos que niñas y niños adquieran ese conocimiento.

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*Pilar ha estado al frente de la Dirección de Comunicación Corporativa, Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Scotiabank México a partir de 2022, donde ha implementado iniciativas para posicionar, fortalecer y blindar la reputación del banco a nivel nacional.

La ejecutiva dirigió anteriormente equipos multidisciplinarios en agencias de comunicación de renombre internacional como Llorente y Cuenca, Zimmat Consultores y más recientemente JeffreyGroup.

En estos proyectos, Pilar apoyó a empresas transnacionales en la construcción, posicionamiento y manejo de su reputación a través de estrategias de comunicación externa integrales. Entre sus clientes se cuentan a Kellogg´s, Amazon, Bimbo, Telefónica, Tous y Emirates, entre otros.

A lo largo de sus casi 15 años de carrera profesional, la ejecutiva ha participado en el desarrollo de estrategias de alto impacto reputacional para cámaras mexicanas de negocios e industriales, como la Asociación Mexicana de Distribución de Automotores (AMDA), American Chamber of Commerce of Mexico (AMCHAM), la Asociación Mexicana de Restaurantes, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Adicionalmente, ha apoyado en el manejo de crisis reputacional a empresas como Peñafiel, Aeroméxico y Constellation Brands y al desarrollo de la huella reputacional de CEO’s de empresas como PepsiCo, Toyota, Keurig Green Mountain, entre otros.

Licenciada en Comunicación con especialidad en Periodismo por la Universidad Iberoamericana, Pilar cuenta con una maestría en Crisis Management por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm), y con una especialidad en Asuntos Públicos por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).