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Un artículo de la revista médica Sleep Science and Practice indica que la duración corta del sueño se correlacionó principalmente con una ingesta excesiva de carbohidratos y grasas, así como una mala calidad de la dieta. En la actualidad, se estima que uno de cada tres adultos duerme menos del tiempo recomendado.
Aunado a esto, una investigación publicada en el sitio web de la Escuela de Medicina de Harvard, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), demostró que los sujetos que dormían solo cuatro horas comían 300 calorías más por día, en comparación con aquellos que descansaban nueve horas.
Ante este panorama, los especialistas recomiendan a los adultos dormir de 7 a 9 horas por noche, y alertan que las personas que tienen dificultades para dormir, también las tienen con su peso y con la elección de alimentos saludables
Sin embargo, la privación del sueño también es considerada una epidemia, toda vez que no dormir bien puede ocasionar múltiples complicaciones en la salud a corto plazo como deficiente función cognitiva, irritabilidad, así como pérdida de memoria; y a largo plazo, mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ataque al corazón, obesidad, hipertensión o depresión. El insomnio es el tipo de trastorno del sueño más común.
“Se puede definir como la dificultad para conciliar o mantener el inicio del sueño. La mayor parte del insomnio se considera un problema de salud pública y puede representar una amenaza para la vida, ya que la falta del mismo, en calidad o en cantidad, impacta negativamente en la salud, el desempeño laboral y la calidad de vida”.
Al referirse al ideal nutritivo para mejorar la calidad del sueño, expertos en nutrición y salud recomiendan seguir la dieta mediterránea, que consiste en consumir abundantes legumbres, frutas, cereales integrales, pescado y verduras; así como disminuir el consumo de carnes rojas y alcohol.
De acuerdo con los investigadores del King’s College de Londres, otro factor más, vinculado con el tipo de dieta y su influencia en la calidad del sueño, es mantener una microbiota intestinal sana a partir de una buena alimentación.
Finalmente, para lograr un sueño saludable, expertos aconsejan, entre otras cosas, mantener un horario de sueño; practicar una rutina para dormir relajado; hacer ejercicio físico diariamente, y asegurar condiciones ideales de temperatura, ruido y luz en el dormitorio.
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