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Buenos Aires, Argentina.- Los acuerdos entre empresas productoras de música y clubes de fútbol son cada vez más comunes y más importantes. Dos de los puntos más culturales de la sociedad se unifican en busca de un negocio fructífero, sin embargo, está lejos de ganarse el corazón de los fanáticos de fútbol…
En las últimas horas se confirmó el acuerdo entre Warner Music México y Orlegui Sports (propietario de los clubes Santos Laguna, Atlas de Guadalajara y Sporting de Gijón). El objetivo del trato es la búsqueda y creación de contenido de manera conjunta. El director general de Warner Music México, Tomás Rodríguez, explicó detalles del proyecto y del acuerdo: “El único y exclusivo fin de que nuestros fanáticos tengan más formas de entretenimiento y tener también, por qué no, grandes experiencias que no solo queden a través de un monitor o a través de un estadio”.
Hoy en día, Warner Music México cuenta con artistas como Belinda, Maná o el propio Luis Miguel. Mientras que Orlegui ostenta futbolistas como los porteros de Santos Laguna, Gibrán Lajud, y del Atlas, el colombiano Camilo Vargas. Incluso el acuerdo contaría con la posibilidad para organizar presentaciones de los artistas de Warner Music en el Estadio Jalisco, de Guadalajara.
Sin embargo, estos acuerdos están lejos de ganarse el cariño y el apoyo de los fanáticos del fútbol. Los hinchas ven con cierta distancia y recelo esos tratos con la música por temor a que el negocio se termine imponiendo a factores tradicionales y sentimentales como prestar el estadio para recitales, tener sponsors impensados en la indumentaria o ver a los artistas caminando por los pasillos del club.
El mejor ejemplo de esto es el acuerdo de Sportify con FC Barcelona. La empresa musical se quedó con el naming del nuevo estadio del FC Barcelona y se llamará Spotify Camp Nou, algo que dolió en el alma del barcelonismo. Hay un punto clave: FC Barcelona estaba en una crisis financiera absoluta y Spotify hizo una oferta tremenda. Para aparecer en el pecho de la camiseta blaugrana, Spotify acordó pagar 240 millones de euros, mientras que por el naming del Camp Nou, pagó un total de 180 millones de euros por 12 años.
En el medio, FC Barcelona tuvo que promocionar en su camiseta el nuevo disco de Shakira o jugar con la lengua de los Rolling Stones en el pecho, algo humillante para un club con tanta historia y que hasta el 2009, jugó sin sponsors. El objetivo de Spotify fue pagar para tener visibilidad y FC Barcelona cobró para salvar su economía, pero lo que siempre se ignoró fue el sentimiento del hincha.
Es verdad que la música y el fútbol comparten la influencia en las personas, no obstante, los hinchas se ven amenazados cuando una empresa musical quiere entrar a sus clubes. De hecho, antes de acordar con FC Barcelona, Spotify le pidió datos a los hinchas para saber qué música les gustaba porque consideraba importante entender al consumidor, pero nunca se acordó del hincha.
Al fin y al cabo, el hincha del FC Barcelona no quiere saber algo de Spotify: quiere tener un buen equipo, respetar la tradición, el sentido de pertenencia y ser campeón. Manuel Castells, sociólogo y profesor universitario, ministro de Universidades entre 2020 y 2021 fue muy duro en su momento con este acuerdo: “Mi FC Barcelona ha vendido su arma al diablo; un diablo llamado Spotify. Ellos proporcionan sus servicios a cualquier contenido de éxito sin demasiados escrúpulos con la hipocresía de decir que no es un medio, sino una plataforma de distribución, nuestro Barça decide vender su camiseta, del masculino y del femenino, y la ropa de entrenamiento y el propio nombre del Camp Nou a un Spotify enfrentado globalmente”.
“Es malo ser pobre y ser derrotado deportivamente, pero lo último que se puede perder son los valores, esos valores que siempre han caracterizado al FC Barcelona, de los que nos enorgullecemos los culés”, sentenció Castells en su momento. Y la particularidad es que los hinchas le dieron la razón.
Otro ejemplo contundente es River Plate de Argentina, que en 2023 ingresó 15 millones de dólares por 20 recitales en su nuevo campo de juego. En el medio pasaron artistas como Taylor Swift, Coldplay y otros grupos de rock argentino. Al comenzar la temporada, los hinchas de River vieron su campo destruido por tantos recitales al final del 2023 y las críticas las pagó la directiva.
Volviendo al acuerdo de Warner con Orlegui, también se dio lugar a la posibilidad de que, en los medios tiempos de los partidos, se presenten artistas de la disquera con presencia global. El negocio de las productoras y el fútbol crece silenciosamente al punto de que mientras haya un acuerdo, la tradición y el sentido de pertenencia de los hinchas, puede esperar.
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