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Por Leandro Rodríguez
Buenos Aires, Argentina.- Muchos ciudadanos argentinos esperaban que fuera una promesa más de su campaña presidencial, otros tantos, esperaban que fuera certero, contundente y cumpla dicha promesa. Lo cierto es que a Javier Milei nada lo hace retroceder de sus objetivos principales desde que es Presidente de Argentina y va camino a la dolarización absoluta. Los objetivos de Milei estuvieron siempre claros: bajar la inflación, llegar al déficit fiscal cero, sanear la economía del país y lograr la dolarización. En un contexto delicado socialmente, el presiente argentino terminó de oficializar el proceso de dolarización y por lo que ha dicho, está a un paso de concretarlo.
Los rumores quedaron enterrados, las versiones ya no existen y lo que queda es la palabra oficial del mismo Javier Milei. Luego de su gira presidencial por Israel, Vaticano y Roma, Milei fue categórico: “Cada vez estamos más cerca de poder dolarizar. Tenemos acumulados cerca de 7.000 millones de dólares de reservas y la base monetaria son 7.000, 8.000 millones de dólares. O sea, estamos a nada”.
Fiel a su estilo, el Jefe de Estado no dudó en precisar detalles del objetivo: “Posiblemente no sea en 2024. Demanda un poco más de tiempo, porque hay que hacer reformas en el sistema financiero para que sea apto para un sistema dolarizado. Estamos muy cerca. La base monetaria en pesos sigue siendo la misma, pero la cantidad de dólares que la respaldan es cada vez más grande”.
No obstante, Milei profundizó y señaló: “Estamos a un 87.5 por ciento de poder dolarizar. Además, a mitad de año podríamos quitar el cepo cambiario al dólar. El FMI dice que podemos abrir el cepo a mitad de año si seguimos así. Eso es un dato muy importante porque yo tengo la tasa de inflación cayendo. El cepo es un exceso de demanda en el mercado de divisas que tiene como contraparte un exceso de oferta en el resto de la economía. Cuando eliminás el cepo, y se elimina ese exceso de demanda, todos los excesos de oferta restantes se eliminan entonces te baja la tasa de interés, te aumenta la actividad, el empleo y cae el número de pobres e indigentes”.
Lógicamente, la dolarización es una de las grietas que impulsa socialmente el Gobierno de Milei. Gran parte de la sociedad (la que lo votó con el 56 por ciento), optó sabiendo que iba a hacer esto. El resto entiende que dolarizar sería hundir a gran parte de la sociedad. El temor es al cambio brusco que impactaría en la economía del trabajador, en los comerciantes y la transformación que puede atravesar el país.
Por lo pronto, la tendencia en los primeros dos meses de Milei es clara e inapelable: el precio del dólar sigue bajando. Desde que asumió, la moneda osciló entre 1000 y 1100 pesos argentinos, frenando por completo el escalamiento desmedido que tuvo en el cierre del mandato de Alberto Fernández. Por su parte la clase media se deshace de sus ahorros en billetes para llegar a fin de mes, fondos y bancos del exterior analizan inversiones en el país.
Tras el fogonazo inflacionario del comienzo, las familias sacan dineros de sus ahorros para poder combatir el precio de la mercadería del día a día. Para Milei, su plan se está concretando a la perfección, con los altibajos lógicos de un reordenamiento de la economía argentina. Su imagen positiva se mantiene arriba del 60 por ciento. De lo que nadie tiene dudas es de que Milei no retrocede un ápice de sus objetivos y la dolarización dejó de ser un rumor, para convertirse en una realidad total.
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