Por encima de la Constitución nada ni nadie, dice ministro Pérez Dayán

Alberto Pérez Dayán
Alberto Pérez Dayán

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En el marco del aniversario 107 de la Constitución, el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Alberto Pérez Dayán, aseguró que la Carta Magna y la judicatura no deben estar vinculados con la política ni con la militancia. Pidió además que no se confunda que, por encima de la Constitución, no hay poder alguno, nada ni nadie.

Y citando a Alexander Hamilton en 1788, aseguró: “La Constitución es una ley fundamental y así debe ser considerada por los jueces”.

Hamilton es considerado como uno de los padres del Estado Desarrollador, una forma de intervención estatal en la economía que busca promover el crecimiento, la innovación y la competitividad.

El ministro de la SCJN que otorgó el voto de calidad para declarar inconstitucional la reforma al sector eléctrico impulsada por el actual gobierno para restituir al Estado mexicano la rectoría de esta área estratégica de la economía, dijo que a 107 años de la promulgación de la Constitución de 1917 vale la pena recordar que es resultado de un largo proceso de sedimentación social con raíces en los principios del movimiento independentista y citó la frase “…pondrán jueces buenos que les administren con desinterés la justicia”.

La frase contenida en el Manifiesto del Congreso de Chilpancingo, del 6 de noviembre de 1813, y que trascendió hasta el espíritu de 1917, sirvió a Pérez Dayán para asegurar que en el ámbito de la judicatura, la Ley Fundamental de México preserva la esencia del Decreto Constitucional de Apatzingán de 1814, que definió a la ley como la expresión de la voluntad general, en orden a la felicidad común y que, destacadamente, contenía preceptos que enaltecían la responsabilidades de la función judicial, al disponer que los integrantes del Supremo Tribunal requerían de “buena reputación, patriotismo acreditado con servicios positivos, y luces no vulgares para desempeñar las augustas funciones de este empleo”.

El ministro que podría enfrentar un juicio político por su voto de calidad acudió al evento de aniversario de la Constitución en representación de la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, aseguró que la Judicatura, la SCJN, tiene que obrar en su función precisa, obrar quizá hasta contra la opinión de los electores…

Y agregó: “La esencia misma de la magistratura es muy distinta de la función social que ejerce el representante político… Hay que alejar al Poder Judicial de la política y no arrojarlo al fondo de ella, para que no resulte un juego de las pasiones”.

Pérez Dayán continuó a título personal: “Militancia y judicatura no son afines, estas palabras se repiten hoy en este recinto 107 años después.

Citando al jurista Miguel Godoy destacó: “el sentido de la Constitución debe ser construido y definido colectivamente entre el pueblo y las instituciones de la sociedad”; es entonces donde cobran mayor importancia las palabras del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista al Congreso Constituyente que dijo: “Ahora sólo nos queda la obligación de ir a la práctica de la ley suprema que acaban de sancionar aquí, llevándola en nuestras manos como la enseña que nos hará grandes, justos y respetados entre los demás pueblos de la tierra”.

Enfatizó que “el Poder Judicial tiene perfectamente claras esas palabras y entiende que, por encima de la Constitución, no hay poder alguno, nada ni nadie. No permitamos que esto se olvide o se confunda”.

Y es precisamente la Constitución Federal, esta que ahora conmemoramos, la que dio a la Suprema Corte de Justicia de la Nación las facultades suficientes para invalidar cualquier acto que no la respete, independientemente de la fuente de la que provenga. Electa o no electa. Sin distinción alguna. Bajo estas ideas debemos coincidir todos considerando que los tres poderes de la Unión y sus integrantes, cualquiera que sea su origen, son democráticos, al surgir, precisamente, del propio estamento constitucional.

Aquí, ninguno es más democrático que el otro. El texto supremo explica, en su artículo 3, que por democracia debemos entender: “no solamente aquella estructura jurídica y un régimen político, sino un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”.

Cada sentencia del Poder Judicial que obliga a quienes no cumplen con el mandato de la Constitución o de la ley, a realizar lo que éstas prescriben, representa un acto democrático que honra la confianza popular en él depositada.

En otras palabras, destacó que hacer cumplir la ley es uno de los actos democráticos más genuinos del servicio público.

“Defender a la Constitución es defender al pueblo mismo, aunque no siempre se quiera atender así. Duele escucharlo, lo sé, pero más doloroso sería dejarlo pasar.

En el sistema dibujado por el constituyente reunido aquí hace más de un siglo, se entendió nítidamente que la participación ciudadana y la legitimación de las instituciones se entrelazan de manera indisoluble; el Tribunal Constitucional creado décadas más tarde, es el intérprete lúcido de la voluntad popular, materializada en la norma, que le permite y obliga a asegurarse de la conformidad de las leyes y sus procesos de creación con los preceptos supremos.

De no atenderlos, esa la ley no es ley, y tampoco debe ser obedecida. Declarar su invalidez es la consecuencia de sus propios vicios. De esto, de esto no debe sorprenderse nadie. Señoras y señores, este honorable Teatro de la República espera cada 5 de febrero a que los Poderes de la Unión, de cuerpo presente, rindan cuenta del ejercicio de su juramento constitucional.

De cara a la historia, demostrar que celosamente han guardado y que han hecho guardar la Constitución y las leyes que de ella emanan. La cita aquí, entonces, es y debe seguir siendo ineludible frente al espíritu constituyente, inmortalizado en su histórico recinto. El Poder Judicial de la Federación cumple su cita y da cuenta puntual de su encomienda con independencia, con autonomía, con honradez, con imparcialidad, libre de remordimientos y siempre comprometido con su vocación democrática. No lo duden ni un momento hay Constitución, que viva la Constitución de México”, indicó.

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