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Antes que nada, debemos entender que la arquitectura lleva siglos integrando la funcionalidad con aspectos artísticos que dan personalidad a una comunidad. Las formas y las estructuras pueden y deben responder al clima, la luz y el uso de los espacios construidos, pero eso no impide que la solución en un proyecto se dé mostrando creatividad y belleza.
El caso de México es especial por la gran diversidad de entornos sociales y de climas en los que se divide el territorio nacional. Por ello, no es de extrañar que estructuras de delimitación de espacios como las celosías decorativas muestran una diversidad equiparable en el país. Los expertos señalan que se trata de diseños que en las zonas rurales se conocen y aplican desde hace mucho tiempo, tanto por utilidad como por belleza.
Las celosías enmarcan el espacio, pero debe entenderse que son esenciales en jardines, terrazas y zonas utilitarias de una casa habitación o de un espacio laboral.
Son, por decirlo así, barreras más sutiles que una pared y permiten el paso de aire y luz en las cantidades deseadas.
Siguiendo con el caso mexicano, los grandes proyectos de viviendas sociales, sobre todo en la segunda mitad del siglo pasado, las incluyeron a efecto de que la vivienda de los trabajadores fuese acogedora en un sentido integral. En efecto, a la par del uso de estos elementos en los grandes proyectos arquitectónicos de los grandes maestros, las zonas urbanas aprendieron a asimilar las celosías y esa flexibilidad que ya habían mostrado en zonas rurales.
No es de extrañar tampoco que Ladrillera Mecanizada, como la más grande productora y exportadora de teja, piso, ladrillo, línea estructural y decorativa, haya incorporado a su catálogo de productos un apartado especial de celosías.
Durabilidad, mantenimiento sencillo y una gran vista a la estructura general son parte de lo que esta empresa líder ofrece en sus celosías.
Las nuevas tecnologías de fabricación de materiales y la capacidad actual para generar acabados que incluyen vistas antiguas, colores con gamas que antes no existían, así como formas cada vez más estilizadas, permiten al cliente explorar las celosías decorativas como uno de los grandes puntales de un proyecto.
Por supuesto que optimizar espacios, mejorar la iluminación natural y crear una sensación de amplitud es algo que todos en un contexto urbano, pero en verdad que dar un paseo por los catálogos de productos terminará por incentivas la imaginación y la creatividad. La utilidad, como decíamos anteriormente, se ve acompañada de la belleza.
Transformar la fachada de un edificio, haciéndola hermosas y funcional, tiene ahora la gran ventaja de la durabilidad y la aplicación de elementos como el barro que, además de un encanto rústico y único innegable, ofrecen las ventajas térmicas que ya se usaban en el campo mexicano.
Hay una amplia variedad de estilos y tamaños disponibles, así que sólo falta animarse a mirar con detenimiento las opciones y elegir la que más nos conviene.