“Comprender el Nearshoring: Más Allá de la Mera Reubicación de Operaciones”

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Por Jorge Flores Kelly, fundador de Observtorio Nearshoring

 

El nearshoring no se trata de trasladar operaciones de Asia a América, ya que Asia es una región en crecimiento. En su lugar, implica expandir operaciones en América para mejorar la capacidad de respuesta en mercados como Estados Unidos, mientras Asia absorbe gradualmente la capacidad liberada. Este enfoque se basa en la expansión de operaciones existentes y la redistribución estratégica de la producción, considerando capacidades actuales y futuras. También es relevante en sectores tecnológicos avanzados, pero requiere planificación y adaptación a largo plazo debido a su complejidad.

Una confusión común acerca del nearshoring radica en su definición. Muchos perciben el nearshoring únicamente como la transferencia de cadenas de suministro de manufactura de Asia a las Américas. Sin embargo, esta visión simplista conlleva la errónea suposición de que implica cerrar operaciones en Asia para trasladarlas íntegramente a las Américas. Bajo esta interpretación ingenua, se asume que las plantas simplemente se mudan de un lugar a otro, lo que significaría el cese de operaciones en una región para su apertura en otra. Esta idea subyacente ha causado una considerable confusión, basándose en la creencia de que el nearshoring se enfoca en atraer nuevas inversiones en lugar de expandir operaciones ya existentes.

El error más significativo en esta concepción es ignorar que Asia es una región proyectada para experimentar el mayor crecimiento económico en los próximos 100 años. Esta área de vital importancia económica incluye a potencias como China e India. Por ello, es improbable que las empresas clausuren sus operaciones en Asia, reconociendo que será la región de mayor crecimiento en las próximas décadas, para trasladarlas completamente a las Américas.

Lo que realmente está sucediendo en el ámbito del nearshoring es que muchas corporaciones están optando por crecer y expandir sus operaciones ya existentes en las Américas. Este enfoque busca liberar capacidad y mejorar la respuesta inmediata para abastecer mercados como el de Estados Unidos. A su vez, la capacidad que se libera en Asia puede ser gradualmente absorbida por el crecimiento esperado en esa región. Así, el fenómeno del nearshoring no se centra exclusivamente en nuevas inversiones. De hecho, si analizamos los datos, aproximadamente el 78% de las inversiones anunciadas por nearshoring corresponden a ampliaciones y expansiones de operaciones existentes, lo que está en línea con esta descripción más matizada y realista del fenómeno.

Un aspecto crucial para considerar es que muchas inversiones realizadas en Asia todavía están en proceso de recuperación de capital. Por lo tanto, incluso si existiera un interés en relocalizar operaciones en las Américas, es poco probable que esto ocurra antes de que se amortice completamente la inversión inicial en Asia. Esto subraya que el nearshoring no se trata de un traslado abrupto de operaciones de un continente a otro, sino más bien de una redistribución estratégica de la producción.

Esta redistribución se basa en una gestión eficiente de las capacidades instaladas actualmente en ambas regiones. Se trata de un juego estratégico que considera no solo las capacidades existentes, sino también las proyecciones futuras. Las decisiones se toman en función de las líneas de producción específicas y sus necesidades, así como las expectativas de crecimiento y demanda en diferentes regiones. En resumen, el nearshoring es un proceso cuidadosamente orquestado que busca optimizar la producción global, no simplemente trasladarla de un lugar a otro sin considerar la recuperación de las inversiones existentes y la planificación a largo plazo.

Estrategia detrás de este fenómeno y el enfoque de las corporaciones globales en la adaptación a los mercados regionales.

El nearshoring debe entenderse principalmente como un proceso de regionalización de las cadenas de suministro, más que como una mera reubicación de las operaciones de manufactura. Este enfoque implica una distribución y optimización cuidadosa de las capacidades de producción, considerando especialmente las perspectivas de crecimiento en los mercados regionales específicos. La regionalización se enfoca en ajustar y adaptar las operaciones para satisfacer las demandas y las dinámicas de los mercados locales, en lugar de simplemente cerrar plantas en una región para abrir nuevas en otra.

Este enfoque permite a las empresas ser más ágiles y receptivas a las necesidades cambiantes del mercado, optimizando al mismo tiempo la eficiencia y la efectividad de sus cadenas de suministro. El nearshoring, entendido de esta manera, es un reflejo de una estrategia global más sofisticada y matizada, que busca la mejor manera de aprovechar las ventajas regionales y globales simultáneamente.

Complejidad del nearshoring en relación con las cadenas de suministro globales

El proceso de nearshoring es notablemente más complejo cuando se analiza en el contexto de las cadenas de suministro completas. Relocalizar la producción de un país a otro es solo una faceta del desafío; el proceso se complica al considerar la reubicación de toda la cadena, incluyendo los insumos intermedios y las materias primas. Por lo tanto, no se puede simplificar como un mero traslado de operaciones de un país a otro.

Esta complejidad se debe a la interconexión y dependencia de diferentes componentes y etapas en la cadena de suministro. Cada elemento, desde la materia prima hasta el producto final, puede tener una red distinta de proveedores, procesos y logística. Así, el nearshoring es un proceso gradual, que requiere una planificación y adaptación meticulosas a lo largo de varios años.

El objetivo principal del nearshoring, en este contexto, es crear redundancias y diversificar las cadenas de suministro para minimizar los riesgos asociados a las disrupciones. Estas disrupciones pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo pandemias, impactos del cambio climático en el transporte y la logística, y tensiones geopolíticas. Al asegurar múltiples fuentes y rutas para los insumos y la producción, las empresas pueden responder más efectivamente a estos desafíos, manteniendo la estabilidad y la continuidad de sus operaciones.

Cadenas de suministro de tecnologías emergentes y avanzadas

Las cadenas de suministro de sectores como semiconductores, tecnologías avanzadas, inteligencia artificial y electromovilidad merecen una atención especial. Estas industrias, consideradas como las “cadenas de suministro del futuro”, poseen dinámicas y necesidades únicas que podrían justificar enfoques distintos en términos de reubicación y nearshoring. Dada la naturaleza avanzada y especializada de estos sectores, los movimientos en la relocalización de producción podrían ser más pronunciados, reflejando la necesidad de acceso a capacidades técnicas específicas, talento especializado y ecosistemas de innovación.

Sin embargo, incluso en estas industrias de vanguardia, el proceso de reubicación sigue siendo complejo y no puede ejecutarse precipitadamente. Requiere una planificación cuidadosa, inversión en nuevas instalaciones y capacitación de mano de obra, así como el desarrollo de relaciones con proveedores locales y la adaptación a normativas específicas de cada región.

Por lo tanto, aunque estas industrias puedan experimentar movimientos más marcados en la reubicación de la producción, todavía enfrentan desafíos significativos. No es un proceso que pueda simplificarse a simplemente trasladar una cadena de suministro completa de una región a otra. Requiere una estrategia detallada y un enfoque a largo plazo para adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado global y a las demandas específicas de cada sector tecnológico.

 

 

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