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Tras las nuevas restricciones implementadas por Estados Unidos a la exportación de semiconductores provenientes de China, se dio a conocer que la nación asiática repatriará en diciembre a los tres pandas gigantes del Zoológico Nacional de Washington, Mei Xiang, Tian Tian y su cachorro Xiao Qi Ji, en medio de un difícil contexto ambas naciones, con crecientes tensiones sobre Taiwán y continuas disputas comerciales.

Si bien se esperaba la salida de los pandas debido a que el acuerdo firmado hace 50 años, que permite este intercambio, no fue renovado, muchos no pueden evitar ver el cambio como un reflejo de las crecientes tensiones.

Al respecto, Dennis Wilder, miembro principal de la Iniciativa para el Diálogo entre Estados Unidos y China sobre cuestiones globales en la Universidad de Georgetown, aseguró que “los chinos están enojados” por las restricciones a los semiconductores, la cantidad de sanciones que la administración Biden les ha impuesto y los problemas que tienen ahora para obtener visas.

“Por lo tanto, es muy posible que estén intentando enviar una señal”.

Wilder apuntó que “los chinos podrían estar retirando sus pandas de los zoológicos occidentales. No los veo haciendo lo mismo en lugares como Doha y Tailandia”.

Sin embargo, la salida de Mei Xiang, Tian Tian y Xiao Qi Ji es apenas una de tantas; el zoológico de San Diego devolvió los suyos en 2019, y el último oso en el zoológico de Memphis, Tennessee, regresó a casa a principios de este año. De esta manera, los únicos pandas gigantes que quedan en Estados Unidos están en el Zoológico de Atlanta, acuerdo que expira a fines del próximo año.

Estos osos han sido, por décadas, uno de los atractivos principales en los zoológicos de Estados Unidos. Los primeros de ellos llegaron de China en 1972, como regalo tras una histórica visita del entonces presidente Richard Nixon a la nación asiática.

Diplomacia panda ¿De qué se trata todo esto?

De acuerdo con diversos artículos académicos, la diplomacia del panda es una vieja estrategia; se cuenta que el nieto del emperador Taizong de la dinastía Tang regaló dos pandas a Japón como gesto de buena voluntad.

Posteriormente, en el siglo XX, antes del triunfo de la revolución de Mao Tse-tung, se sabe que la esposa de Chiang Kai-shek inició la práctica de regalar “simpáticos pandas peludos blanco con negro”.

Tras la creación de la RPC en 1949, el carismático mamífero fue empleado para fortalecer y/o consolidar los lazos políticos de Beijing con otras naciones.

De esta manera, en la década de 1950, la dirigencia china comenzó a regalar pandas a países aliados. Entre 1972 y 1984, China obsequió pandas a las naciones occidentales, destacadamente a Estados Unidos.

Pero a partir de 1984 y hasta 1998, los pandas pasaron a formar parte de la estrategia china de “puertas abiertas” a la inversión extranjera y los entregaba solamente en préstamo, de manera que los carismáticos animales eran “rentados” a aquellos países prioritarios para la política exterior de Beijing.

Para ello, se instituyó la firma de una especie de “contrato de arrendamiento”, y si en el lapso en que los los pandas que residen en el zoológico de algún lugar del mundo tienen un bebé, entonces estos serán propiedad de China.

Sin embargo, a partir de los años noventa China dio por terminada la diplomacia del panda ante las dramáticas cifras que evidenciaban que la especie estaba en peligro de extinción . Ahora, de acuerdo con diversos medios, solo presta o arrienda pandas a otros países para fines de conservación e investigación por un periodo de 10 años.

Las naciones interesadas deben pagar alrededor de un millón de dólares al año. Y, si nacen crías de esos ejemplares prestados, tendrán que devolverse a China en cuatro años. Actualmente, China tiene 65 pandas en 20 países.

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