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El panorama inflacionario en México será complicado e incierto hasta el segundo trimestre de 2025, “con riesgos al alza”, por lo que considera necesario mantener la tasa actual por “un periodo prolongado”
La Junta de Gobierno del banco central mexicano determinó por unanimidad mantener la tasa de interés objetivo del país en 11.25%, al tiempo que elevó sus pronósticos de inflación para los cierres de 2023 y 2024.
En su decisión de política, la Junta estima que el panorama inflacionario en México será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte del pronóstico, esto es, hasta el segundo trimestre de 2025, “con riesgos al alza”.
“Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3%, considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, indicó.
El Banco de México (Banxico) agregó en su comunicado que reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.
Al mismo tiempo, en la reunión de política, los funcionarios modificaron al alza sus pronósticos de inflación para este y el siguiente año, de 4.6% a 4.7% para el primer caso, y de 3.1% a 3.4% para 2024.
Respecto a la inflación clave o de precios subyacentes, la Junta de Gobierno ahora tiene un pronóstico de 5.3% desde el 5.1% anterior, para 2023, y de 3.1% a 3.3%, en lo correspondiente a 2024.
Para el segundo trimestre de 2025, plazo del horizonte del pronóstico, no hay cambios en las expectativas de inflación, que se mantienen con una tasa de 3.1%, tanto para el caso de la inflación general como el de los precios subyacentes.
La Junta de Gobierno afirmó en su comunicado que vigilará “estrechamente las presiones inflacionarias” y todos los factores que inciden en la trayectoria prevista de inflación, así como en sus expectativas.
Reconoció que si bien la inflación general a nivel mundial continuó disminuyendo en la mayoría de las economías, aún permanece en niveles elevados.
El componente subyacente sigue mostrando resistencia a disminuir, agregó. Con un mejor panorama económico global para 2023 respecto al originalmente previsto, se anticipa que las tasas de interés de las economías principales permanezcan altas por un lapso prolongado.
“Entre los riesgos globales destacan la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas, condiciones financieras más apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera”, señaló.
Presiones alcistas
Los funcionarios del máximo órgano de decisión de política en el país dijeron que en México, desde la decisión de política monetaria previa, las tasas de interés de los valores del Gobierno Federal, principalmente los de mediano y largo plazos, registraron incrementos.
En el periodo, señalaron, el peso mexicano exhibió volatilidad y cierta depreciación.
A su vez, la actividad de la economía del país, señalaron, muestra resiliencia, con un mercado laboral que continúa presentando fortaleza, aunque el desempeño de las inflaciones general y subyacente siguieron descendiendo en su medición anual.
“La mitigación de los choques derivados de la pandemia y del conflicto geopolítico, junto con la postura de política monetaria, han contribuido a la trayectoria descendente de la inflación”, apuntaron.
El componente de la inflación de servicios reflejó los efectos de los choques de un entorno económico superior a lo que anteriormente se anticipaba.
De esta forma, tanto el índice general como el subyacente, se mantuvieron “elevados” al ubicar en la primera quincena de septiembre niveles de 4.44% y 5.78%, respectivamente.
Los funcionarios explicaron que el componente no subyacente, el que incluye precios volátiles como los de la Energía y Agricultura, exhibió cierto incremento, aunque “continuó en niveles particularmente bajos”.
En la primera mita de septiembre, los precios no subyacentes crecieron en 0.48%.
Riesgos
La Junta de Gobierno, que anticipa que la inflación del país converja a la meta en el segundo trimestre de 2025, dijo que sus previsiones incorporan riesgos al alza.
Estos son la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; una depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional y mayores presiones de costos.
También mencionaron entre los riesgos al alza la resiliencia de la economía, que incida en una reducción de la inflación más gradual de lo previsto y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Por el contrario, los riesgos a la baja tomados en cuenta por las previsiones del banco central son la desaceleración de la economía global mayor a la anticipada.
Un menor traspaso de algunas presiones de costos, y que la apreciación del tipo de cambio contribuya más de lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación.
Sin embargo, el balance de riesgos de Banxico respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantuvo sesgado al alza.