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A pesar de haber cosechado decenas de miles de millones de dólares en ganancias durante los últimos cinco años, más de 42,000 millones de dólares, General Motors y Ford pagaron una tasa impositiva combinada promedio de sólo el 1% sobre el ingreso total antes de impuestos, reveló un análisis publicado el martes por una organización no gubernamental conocida como Estadounidenses por la Justicia Fiscal (Americans for Tax Fairness!)

El análisis de Americans for Tax Fairness se realizó a partir de las presentaciones más recientes de GM y Ford ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), por sus siglas en inglés, en donde encontraron que lo verdaderamente irrazonable es cómo los gigantes automotrices se salen con la suya sin pagar prácticamente nada en impuestos federales mientras enriquecen aún más a sus altos ejecutivos con enormes paquetes salariales y a sus accionistas con pagos de dividendos. y recompras de acciones.

American for Tax Fairness reveló que, a pesar del trato fiscal preferencial, los gigantes automotrices afirmaron que no pueden permitirse las demandas de los trabajadores en huelga por mejores salarios.

El análisis plantea que “el sistema tributario está amañado para beneficiar a las corporaciones multinacionales más que a los trabajadores que las mantienen en funcionamiento”. Además, señala que en los últimos cinco años, GM y Ford ganaron un total de 34 mil millones de dólares y 8,000 millones de dólares respectivamente, pero pagaron una tasa impositiva federal efectiva de sólo el 1.3% para GM y el -0.2% para Ford.

“Si bien algunos de esos ahorros fiscales se han traducido en paquetes de compensación en rápido aumento para los principales ejecutivos y miembros de las juntas directivas de las empresas, los salarios de los trabajadores de base se han quedado rezagados”, afirma el informe.

Aún más, explica que “el salario promedio de los ejecutivos en GM y Ford creció un 32% en los últimos cinco años, mientras que el salario medio de los trabajadores automotrices creció sólo un 8.8% durante el mismo período, ampliando la brecha salarial entre ejecutivos y trabajadores a 183 a 1”.

“Durante ese mismo período, GM y Ford pagaron un total combinado de 14 mil millones de dólares en dividendos (34 veces más de lo que pagaron en impuestos), gastaron 3.6 mil millones de dólares en recompras de acciones (nueve veces más de lo que pagaron en impuestos) y derrocharon 614 dólares. millones a los altos ejecutivos de las empresas (un 50% más de lo que pagaron en impuestos)”, señaló el informe.

La revelación de la situación fiscal de las grandes armadoras se presenta en medio de las negociaciones y huelga que impulsa la Unión de Trabajadores de la Industria Automotriz (UAW), para exigir incrementos de salarios.

El conflicto entre armadoras y sus trabajadores también se genera cuando este sector busca transformar muchos procesos ante la llegada de los autos eléctricos.

Claves de la desigualdad

• GM y Ford ganaron un total de $34 mil millones y $8 mil millones respectivamente, durante los últimos cinco años, pero pagaron una tasa impositiva federal efectiva de sólo el 1.3% y el 0.2% negativo.
•  El salario promedio de los ejecutivos en GM y Ford creció un 32% en los últimos cinco años, mientras que el salario medio de los trabajadores del sector automotriz creció sólo un 8.8% durante el mismo período, ampliando la brecha salarial entre ejecutivos y trabajadores a 183 a 1.
•  Durante ese mismo período, GM y Ford pagaron un total combinado de 14 mil millones de dólares en dividendos (34 veces más de lo que pagaron en impuestos), gastaron 3,6 mil millones de dólares en recompras de acciones (nueve veces más de lo que pagaron en impuestos) y derrocharon 614 dólares. millones a los altos directivos de las empresas (un 50% más de lo que pagaron en impuestos).

15,000 demandan

150,000 trabajadores automotrices sindicalizados exigen una parte justa de las ganancias corporativas en sus actuales negociaciones contractuales con los fabricantes. La fecha límite de huelga fue el 15 de septiembre. General Motors y Ford se niegan a cumplir con las demandas de la UAW, alegando que lo que los trabajadores piden no es razonable.

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