En Rusia, reinventan el ecosistema de consumo occidental. Pesadilla para las grandes marcas: Starbucks, McDonalds Krispy Kreme ya tienen clones

Starbucks
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Después de que el Grupo de los 7 decidió impulsar un embargo contra Rusia, los empresarios de ese país decidieron aprovechar el “hueco”, pero sobre todo los mercados y consumidores inerciales que dejaron grandes marcas como Starbucks.

Diversos reportes de la prensa internacional confirman que Rusia le está dando la vuelta al embargo que se aplica en su contra desde que decidió reclamar a Ucrania territorios e invadir varias provincias.

La firma Starbucks, la icónica cadena de cafeterías, decidió salir del mercado ruso. Lo mismo sucedió con Coca-Cola, Levi´s y con la europea IKEA. La orden era clara: abandonar la plaza.

Sin embargo, un reportaje del medio español Diario.es confirma que ahora esas marcas y gigantes del consumo lamentan su decisión pues claramente dejaron la mesa puesta a empresarios locales que aprovecharon el momento.

Con más de 2,000 empleados en Rusia y más de 130 cafeterías, Starbucks se ha convertido en el más claro ejemplo de que la filiación política no debe dirigir los negocios. Ahora, Star Coffe, confeccionada totalmente en el Kremlin y bajo la conducción de empresarios rusos, ofrece café, muffins y catapulta el consumo inercial que dejó Starbucks.

Star Coffe en Rusia es propiedad del rapero Timati y del hombre de negocios Anton Pinsky. Ellos compraron los activos que dejó Starbucks tras el embargo en una venta de garaje que no superó los 5.5 millones de euros. Así se confirma que en medio de las crisis se fraguan los mejores negocios.

Después llegó, también en 2022, la empresa de hamburguesas que sustituyó a pie juntillas a McDonalds, la cadena de fast food que salió de la Rusia de Putin porque, argumentó, su deontología empresarial no comulgaba con las acciones del hombre fuerte de Moscú. Otra mala idea porque el empresario Alexander Govor compró los activos del gigante de las hamburguesas y las malteadas y ahora la cadena Vkusno & tochka, que significa en ruso “exquisito y punto”, “delicioso y punto”, sirve paquetes de comida rápida y papas fritas a los rusos.

El desafío ha sido, por supuesto, el insumo de las materias primas; sin embargo, en Rusia están encontrando otros proveedores y reinventan el ecosistema del consumo en Moscú.

La misma historia se repitió con el fabricante de donas Krispy Kreme. En fin, la pesadilla de las marcas está en Rusia.

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