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De nueva cuenta, los mercados financieros mexicanos cerraron con números rojos. La Bolsa Mexicana de Valores cayó 260 unidades, reflejo de la preferencia de inversionistas por activos más seguros, como el dólar
Los mercados financieros concluyeron la sesión del martes con números rojos, en momentos en que inversionistas mantienen la expectativa de que la Reserva Federal de EUA determinará un alza adicional en las tasas de interés antes de finalizar el año.
Operadores y analistas aseveraron que noticias recientes relacionadas con la economía más importante del mundo, EUA, reflejan además el inicio de una desaceleración temporal, lo que provocó que los inversionistas siguieran vendiendo activos de mercados emergentes, como México.
La moneda nacional, en particular, sumó su cuarta sesión de pérdidas, marcando el martes una depreciación de 0.84%, para finalizar en niveles de 17.5480 unidades por dólar en su modalidad spot.
En ese periodo, el peso ha perdido 2.69% de su valor frente al dólar.
El martes, la divisa tocó máximos en los 17.5680, no vistos desde el 11 de septiembre pasado, cuando marcó los 17.6068.
Información del Banco de México indica que el volumen promedio operado sobre el peso en el mercado de cambios local sumó 22,221 millones de dólares (mdd) entre el 20 y el 25 de septiembre, el último dato disponible.
En sentido contrario al derrotero del peso, el dólar de EUA siguió ganando terreno.
Un reporte de CI Banco indicó que los bonos soberanos de EUA impulsaron nuevamente el avance de esa divisa, que marcó el martes niveles máximos de 10 meses frente a una canasta compuesta por 6 monedas principales.
Razones de peso
Grupo Financiero Base consignó en una nota que hay tres elementos adicionales a considerar que explican los retrocesos de los mercados financieros del país.
Uno de ellos es la caída de la confianza del consumidor en EUA en septiembre, que colocó en 103 frente al 108.7 del mes previo, por debajo de la expectativa de 105.4.
La advertencia de la agencia de riesgos crediticios Moody’s sobre el cierre de las actividades del gobierno de Estados Unidos y su repercusión en la calificación crediticia de ese país.
El tercero de ellos es la huelga de la industria automotriz de EUA, iniciada el 15 de septiembre pasado.
La huelga involucra a aproximadamente 13,000 trabajadores de las armadoras Ford, General Motors y Stellantis, que son miembros de la Unión Sindical de Trabajadores Automotrices (UAW).
Entre sus peticiones, destaca un incremento paulatino en el salario de hasta 40% hacia el 2027.
“La industria automotriz es de gran importancia en México, pues el 33% de las exportaciones totales son de este sector, lo que implica que aproximadamente 12% del PIB de México depende directamente de la industria automotriz”, resaltó la directora de análisis económico de Base, Gabriela Siller.
México es el principal proveedor de partes y componentes automotrices de las armadoras estadounidenses, incluyendo aquellas que hoy tienen parada su producción.
“Por lo anterior, México es el país más afectado por la huelga”, apuntó Siller.
Respecto al mercado de acciones, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) finalizó la jornada con un retroceso de 259.66 puntos, su segundo al hilo, con un 0.51% menos, colocando a su índice líder en las 51,107.8 unidades.
