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El presupuesto previsto incluye apoyos del Gobierno a Pemex sin afectar la trayectoria de la deuda pública, afirma la agencia de riesgos crediticios que consigna que el 16 de junio ratificó el Soberano México en grado de inversión
La calificadora internacional Fitch Ratings afirmó el jueves que el Presupuesto 2024 propuesto por el Gobierno Federal al Congreso tiene “un punto de partida fiscal mejor a lo esperado”.
La propuesta de presupuesto de 2024 estima un déficit del Sector Público No Financiero, lo que incluye a Petróleos Mexicanos (Pemex), de 3.3% del PIB al término de 2023, debajo de la propuesta original gubernamental de 3.5%.
Con esto, la propuesta del Paquete Económico de 2024 apunta a un aumento del déficit del orden de 4.9%.
“El gobierno tiene la intención de utilizar una relación deuda-PIB inferior a la esperada en 2023 (resultante de la última reestructuración del PIB) para acomodar el gasto social y el aplazamiento de las inversiones en infraestructura”, indica la calificadora internacional.
Como cada 5 años, el INEGI realizó durante 2023 cambios en el año base del Sistema de Cuentas Nacionales.
Sin embargo, apunta Fitch, la propuesta de 2024 de elevar el déficit presupuestario de México a 4.9%, encima de la mediana prevista en los países con el grado “BBB”, esto es, un rango más que México, de 2.8%, conllevaría retos para la próxima Administración Federal.
“El mayor déficit impondrá la carga de abordar el impacto de los recientes aumentos en las transferencias sociales y la inversión en infraestructura en la próxima administración, para garantizar una relación deuda/PIB estable más allá de 2024”.
Factor Pemex
Fitch destaca que por primera vez el presupuesto público de México incluye las medidas de apoyo gubernamental para Pemex.
Lo anterior contrasta con lo ocurrido a lo largo del sexenio cuando los apoyos “se brindaron ad hoc”, dice, y donde los planes fiscales se ajustaban de tal manera que pudieran reflejar las condiciones económicas.
La agencia estima que el impuesto de participación en las utilidades (DUC), ahora en 35%, muy por debajo del 65% de cuando asumió el presidente Andrés Manuel López Obrador, es de 2,500 millones de dólares (mdd).
Las transferencias directas a la petrolera, a su vez, rondan los 8,250 mdd.
“En conjunto, esto sería ligeramente inferior a los vencimientos de bonos externos de Pemex en 2024”, señala Fitch sobre los pagos que deberá enfrentar la petrolera con sus acreedores el siguiente año, del orden de los 11,200 mdd.
La agencia considera también que ahora, con las asignaciones a Pemex consignadas por primera vez en el presupuesto, se “requeriría (de) cambios en las leyes existentes”.
“La propuesta de presupuesto para 2024 está en línea con nuestro escenario base de que el apoyo cubrirá las amortizaciones de la deuda de los bonos internacionales de la compañía como mínimo”, resalta.
Fitch supone que la próxima administración seguirá apoyando a Pemex, con un enfoque general más claro sólo después de que el nuevo representante del Poder Ejecutivo asuma el cargo, a finales de 2024.
En el comunicado, consigna que el 16 de junio pasado reafirmó la calificación del Soberano México en “BBB-“ con una Perspectiva Estable, que significa que permanecerá en ese estatus en los próximos 12 a 18 meses.