Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 15 segundos
Según el CEESP, hay similitudes por la insostenibilidad de las finanzas públicas, por lo que el Paquete 2024 debe garantizar estabilidad económica.
El actual gobierno no debe heredar una economía endeble, como sucedió durante la transición de 1994 y 1995, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Por ello, consideró el organismo, el Paquete Económico para 2024 debe garantizar estabilidad económica, en un contexto de elevados riesgos “que probablemente se ampliarán en el periodo electoral y se extenderán a la siguiente administración”.
En su análisis económico semanal, el CEESP reconoció que “aun cuando las circunstancias fueron distintas, hay algunas similitudes” entre 1994 y 2024, particularmente en la sostenibilidad de las finanzas públicas.
“La fotografía de la economía en 1994 lucía saludable, pero había graves riesgos subyacentes que se materializaron rápidamente después del cambio de gobierno y cayó en uno de los baches más profundos de su historia”, recordó el CEESP.
Por ello “lo más importante del presupuesto 2024 es garantizar la estabilidad económica en un contexto de elevados riesgos que enfrenta la economía y que probablemente se ampliaran en el periodo electoral y se extenderán a la siguiente administración”.
El CEESP expuso que “Un riesgo significativo está en la insostenibilidad de las finanzas públicas. Es preciso evitar su fragilidad hacia el cierre del sexenio y al comienzo del nuevo gobierno”.
“Dicha fragilidad —detalló— es un riesgo que se advierte por la insuficiencia de recursos fiscales para sufragar gastos públicos elevados y con rigidez significativa a la baja en 2025 y posteriormente”.
El CEESP señaló que en esta administración las finanzas públicas se han deteriorado. “Como porcentaje del PIB, el gasto aumentó en 2.7 puntos porcentuales entre 2018 y 2022, mientras que los ingresos sólo lo hicieron en 1.5 puntos. El déficit fiscal pasó de 2.1% del PIB en 2018 a 3.3% en 2022 y para este año la previsión oficial es de 3.7%”.
“A estas circunstancias se podrían sumar otras que pudiesen también debilitar la posición fiscal del país, generando una combinación de gasto público elevado, creciente y rígido a la baja con ingresos decrecientes o débiles, lo que sin duda configura un riesgo, particularmente para el próximo gobierno, que hay que evitar o por lo menos mitigar”, insistió el CEESP..