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Solo en lo que va del verano, la afición al futbol en los Estados Unidos ha llenado los estadios estableciendo entradas récord.
Hace más de 30 años, los directivos de la Federación Mexicana de Futbol vieron el potencial de mercado que tenía la población de origen mexicano en plazas como Los Ángeles y Houston.
Hoy, por ejemplo, la Selección Mexicana de Futbol ya solamente juega en México sus partidos de eliminatoria mundialista; todo lo demás se juega en Estados Unidos.
Sin embargo, lo que está ocurriendo en este verano no tiene precedente y abre la posibilidad de preguntar: ¿Habrá otras selecciones o clubes que elijan a los Estados Unidos como se segunda casa e incluso disputen ahí partidos oficiales?
Y es que los números hablan por sí solos.
Apenas el pasado 23 de julio, Manchester United y Arsenal disputaron un partido amistoso en Nueva Jersey —favorable dos a cero a los primeros— reportando una asistencia de 82,262 aficionados.
El pasado sábado 29, un amistoso entre Barcelona y Real Madrid —favorable 3 a cero a los catalanes— metió 82,025 aficionados al AT&T Stadium de Arlington, la casa de los Dallas Cowboys.
Y éste no será el último partido entre equipos de La Liga española, cabe aclarar, en los Estados Unidos.
De hecho, la firma Sixt Street’s Soccer Champions ha anunciado toda una estrategia para sacar el mayor provecho a ese mercado.
Esto, desde luego, aprovechando la gran infraestructura de estadios —profesionales y universitarios— con la que cuentan los Estados Unidos y a la próxima realización del Mundial 2026, junto con México y Canadá.
Y todavía más. El pasado miércoles 26, en una doble cartelera, los partidos Newcastle contra Chelsea y Brentfor contra Brighton, agotaron las 70,789 localidades del Mercedes-Benz Stadium, de Atlanta.
¿Esas asistencias son solo con equipos internacionales? No.
Unos días atrás, el 5 de julio, el clásico de la ciudad de Los Ángeles entre LAFC y LA Galaxy —primera fecha del torneo— impuso una marca para un partido de la MLS al meter 82,110 aficionados al Rose Bowl de Pasadena.
Tomando en cuenta que algunos clubes europeos ya tienen socios estadounidenses, el siguiente paso es que equipos de la Premier League y la Liga de España comiencen a disputar juegos en los Estados Unidos.
Solo será cuestión de tiempo.