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La deuda interna y externa en todo el mundo ha aumentado más de cinco veces en las últimas dos décadas, superando la tasa de crecimiento económico, y el producto interno bruto sólo se ha triplicado desde 2002. La deuda pública mundial aumentó a 92 billones de dólares en 2022, debido a que los gobiernos se endeudaron para hacer frente a crisis como la del COVID-19, según un informe de las Naciones Unidas.
“La deuda se ha estado traduciendo en una carga sustancial para los países en desarrollo debido al acceso limitado a la financiación, el aumento de los costos de endeudamiento, las devaluaciones de la moneda y el lento crecimiento”, agregó el informe de la ONU.
Al respecto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres detalló que los países en desarrollo deben casi el 30% de la deuda pública mundial, de la cual el 70% está representado por China, India y Brasil.
Sin embargo, la organización destacó que la arquitectura financiera internacional hizo que el acceso a la financiación para estos países fuera inadecuado y costoso, señalando que los pagos netos de intereses de la deuda superan el 10% de los ingresos de 50 economías emergentes en todo el mundo.
De este modo, cincuenta y nueve países en desarrollo se enfrentan a una relación deuda/PIB superior al 60 %, un umbral que indica altos niveles de deuda. Por otra parte, algunos de los países más pobres del mundo se ven obligados a elegir entre pagar su deuda o servir a su gente.
En África, por ejemplo, la cantidad que se gasta en pagos de intereses es mayor que la que se gasta en educación o salud.
Ante esto, las Naciones Unidas dijeron que los prestamistas multilaterales deberían expandir su financiamiento, con medidas como la suspensión temporal de los recargos del Fondo Monetario Internacional (FMI) -comisiones que se cobran a los prestatarios que usan sus líneas de crédito de manera extensiva- y un mayor acceso al financiamiento para los países con problemas de deuda.
También se necesita un mecanismo de renegociación de la deuda “para abordar el lento progreso del Marco Común del G20”, dijeron los autores, sin detallar cómo debería funcionar ese mecanismo.
El marco de tratamiento de la deuda fue adoptado por el Grupo de las 20 principales economías y acreedores oficiales en octubre de 2020, y tiene como objetivo incluir a los miembros del club que no son de París, como China, en el alivio de la deuda.
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