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Aunque la tasa referencial en México coloca en 11.25%, su pico más alto en más de dos décadas, la cartera de consumo acumula un crecimiento nominal de casi 27% en menos de dos años, de manera que tenemos individuos más endeudados a un costo más alto. Y sin un aumento contundente ni en los ingresos ni en los ahorros
Por Carlos Alfredo Gómez, analista fundamental en Intercam Grupo Financiero.
Mientras la producción industrial ha ido a la baja en lo que va del año y la inversión extranjera directa otorga números confusos, el consumo interno privado ha sido el motor de la economía mexicana y se ha mantenido resiliente, dibujando un sube y baja en los últimos años.
Antes del COVID, el consumo venía debilitándose, lo que se reflejó en una ligera caída del PIB. En 2020, la pandemia llegó y el consumo vio su peor caída en más de veinte años. Pero a partir de 2021, el consumo ha registrado las tasas de crecimiento más altas de su historia, aumentando más de 12%.
Además, la confianza del consumidor está en niveles máximos, señalando un individuo más dispuesto a gastar y financiarse. Así, actualmente, estamos en la parte alta de la montaña rusa, con miras a una caída estrepitosa.
En su pico más alto
Este es el peor momento para endeudarse. Banxico ha elevado la tasa a 11.25%, nivel que no se veía en más de dos décadas, encareciendo (aún más) los créditos al consumo.
A pesar de esto, la cartera de consumo lleva 20 meses seguidos al alza, acumulando un crecimiento nominal de +26.9% en menos de dos años. De esta manera, tenemos individuos más endeudados a un costo más alto, sin un aumento contundente en los ingresos o ahorros.
No obstante, el ahorro de los hogares no ha mejorado. En 2022 se desaceleró ya que lo acumulado durante la pandemia se comenzó a gastar. Además, según ENIGH 2020 (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares), la pandemia deterioró los ingresos y agregó 8.7 millones de personas a la clase baja.
Sin embargo, ante las cifras de pleno empleo, muestra una tendencia de recuperación. De esta manera, tenemos individuos con menos ahorros y menor poder adquisitivo, endeudándose por consumir productos que pareciera que cada vez cuestan más.
-Apenas en esta semana, un reporte de Moody´s Local México resaltó que las condiciones de financiamiento de créditos personales y de consumo duradero, dentro de la cartera de consumo, suelen ser menos favorables, además que son los de mayor demanda por parte de trabajadores en informalidad. El empleo informal alcanza a cerca de 33 millones de personas.