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El país sobresale de la media de América Latina, que crecería a tasas de 1.5%; sin embargo, se aleja del rebote mostrado en 2021, de 4.7% y del 3% del año pasado
El Banco Mundial dijo el martes que México mostraría un crecimiento de 2.5% durante este año, mayor a su estimado de enero pasado, de 0.9%, pero aflojaría el paso en 2024 y 2025, con crecimientos de 1.9% y 2%, respectivamente.
Al presentar su Perspectiva Económica Mundial de junio, el organismo internacional indicó que la tasa de crecimiento de México mostraría una desaceleración leve durante año respecto al anterior ante los efectos de una política monetaria restrictiva, que, para combatir la inflación, pasó de tasas de interés de 4% de mediados de 2021, a niveles de 11.5% antes de iniciar en mayo pasado una pausa en su ciclo de alzas.
“Se espera que el crecimiento continué expandiéndose en 2024, aumentando un 1.9 por ciento a medida que la política monetaria se relaja”, anticipó, aunque esta entrega significó la caída de 0.4 puntos porcentuales respecto al 2.3% pronosticado en enero.
El organismo anotó que la política fiscal de la segunda economía más grande de América Latina no respaldará en este año el crecimiento del PIB, pues antes se centrará en beneficiar la inversión pública histórica que realiza en sus proyectos insignia y en programas sociales.
El Banco Mundial señaló que la inversión y el consumo, motores del PIB mexicano en la última parte de 2022, se moderarían en 2023 ante un entorno de altas tasas de interés y una inflación que no cede, sobre todo la que tiene que ver con los precios subyacentes, aquellos que marcan la tendencia en la inflación general, que representan el verdadero desafío para América Latina en su conjunto.
El crecimiento para Estados Unidos, la mayor economía mundial y el principal socio comercial de México, colocó en 1.1% para este año, desde el 0.5% anterior, aunque rebajó el pronóstico para 2024, desde un 1.6% hasta un 0.8%.
El banco reportó que en lo que va de 2023 América Latina ha tenido desempeños mixtos en indicadores como la confianza del consumidor, que si bien exhibió estancamientos en Colombia y Chile, “ha ido en aumento en Brasil y México”.
“No obstante…el crecimiento de la inversión en general
siguió siendo débil en gran parte de la región por el aumento en los costos de endeudamiento, en los costos económicos y en la incertidumbre política”.
El organismo indica que América Latina tendrá en 2023 un “débil crecimiento”, de 1.5%, como resultado de la normalización y la desaceleración de las exportaciones de commodities, en medio de la continuidad de políticas monetarias estrictas, lo que hace poco probable “cualquier relajación a corto plazo de las condiciones financieras”.
