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El pasado 20 de marzo, y aún sin conocerse el precio de venta de Citibanamex, el presidente López Obrador estimó que la operación generaría entre 10,000 y 12,000 millones de pesos de impuestos. Sin embargo, dado que la venta se hará a través de una oferta en bolsa, esa cantidad podría reducirse.
El pasado 20 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador sorprendió a la comunidad financiera.
Aquel día, de gira por el estado de Chiapas, se refirió a la venta de Citibanamex y mencionó una vez más las condiciones que su gobierno puso para la venta: que se trata de inversionistas mexicanos al corriente de sus impuestos, que no se despidiera a trabajadores, que el patrimonio cultural del Banco Nacional de México se mantuviera en el país y que se pagaran los impuestos correspondientes por la operación.
Y fue aquí donde sorprendió a propios y extraños porque, aún sin que hubiera un precio de venta por el tercer banco del sistema mexicano, el presidente calculó que la operación generaría impuestos por entre 10,000 y 12,000 millones de pesos. Sin embargo, dependiendo de los términos de la venta en los mercados de valores, la recaudación tendría que contemplar una tasa del ISR del 25% y no del 30, como ha estimado el gobierno desde que se anunció la venta de los negocios de banca de consumo y banca empresarial del banco.
De acuerdo con información del Servicio de Administración Tributaria (SAT), si una empresa extranjera ubicada en Estados Unidos vende acciones de emisora mexicana en la Bolsa Mexicana de Valores, el impuesto se determinará aplicando la tasa del 25% sobre el monto total de la operación, sin deducción alguna. La retención deberá efectuarse por el adquirente si éste es residente en el país o residente en el extranjero con establecimiento permanente en México.
Específicamente, el presidente exigió “que paguen el impuesto que va a implicar la compra-venta de Banamex que calculamos que pueden ser como 10, 12,000 millones de pesos. Lo que no pagaron en la época de Fox”.
Eso fue cuando la venta del banco se debatía entre dos opciones: Grupo México y Banca Mifel.
Sin embargo, ahora que Citi ha anunciado desde Nueva York que la venta se hará través de una Oferta Pública Inicial (OPI) que podría concretarse hasta el año 2025, la situación ha cambiado radicalmente.
De acuerdo con el comunicado emitido por Citi, su intención es poner a disposición del público inversionista las acciones del banco mexicano, aunque no específico si la oferta se hará exclusivamente en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o en la Bolsa de Valore de Nueva (NYSE, por sus siglas en inglés) o en ambos mercados, algo bastante común con las emisoras mexicanas.
En el comunicado, Mike Mason, director de Finanzas de Citi, detalló que “el Negocio continuará siendo reportado como parte de las operaciones continuas de Citi hasta que la propiedad del mismo disminuya por debajo del 50% de los derechos de voto. A partir de ese momento, Citi dejará de reportar el Negocio dentro de sus estados financieros consolidados”.
