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Claudia Villegas
Cuando se anunció que el Banco del Bienestar suspendía la relación de negocios que mantenía en el mercado de las remesas con Wells Fargo Bank, no se hicieron esperar las especulaciones en torno a la supuesta debilidad de la institución que dirige Víctor Manuel Lamoyi, en materia de medidas para la prevención de lavado de dinero.
Lo que sucedió fue que el gobierno de la Cuarta Transformación estuvo al tanto de las investigaciones del FBI que involucraron a esa institución y la vulnerabilidad de su sistema de pagos frente a prácticas fraudulentas e intromisiones de trabajadores del propio banco. Me refiero al caso de aperturas de cuentas en San Diego en el que se confirmó la participación de ejecutivos de Wells Fargo. Dichas cuentas se usaron para transferir recursos entre Estados Unidos y México que financiaron operaciones ilícitas de tráfico de fentanilo. Entonces, claramente, el gobierno lopezobradorista no podía poner en riesgo a uno de los proyectos más emblemáticos de la administración, al conservar la relación de contrapartes con Wells Fargo. De la misma forma que las leyes estadounidenses han generado el fenómeno conocido como de-risking, al bloquear la operación con bancos de América Latina que se consideran poco seguros, resulta que fue el gobierno mexicano el que decidió no trabajar más con Wells Fargo y así lo confirmé en una llamada con voceros de la institución con sede en Minesota. Así que se operó un de-risking inverso. Pero el gobierno mexicano no podía dejar el mercado de las remesas a los intermediarios privados, no sólo porque durante los últimos tres años el envío y recepción de remesas le significó grandes ganancias en comisiones sino porque se necesita un jugador que impulse la competencia justo ahora que las transferencias de la comunidad migrante superan los 60,000 millones de dólares.
Por ello, resulta relevante la información que dio a conocer ayer la directora de la Financiera del Bienestar, Rocío Mejía Flores. Resulta que los mexicanos en Estados Unidos que tengan un plástico de ese organismo, ya podrán abrir una cuenta bancaria digital, instrumento que se utilizará para el envío de remesas.
La directora de Financiera para el Bienestar (Finabien), Rocío Mejía Flores, dio a conocer este lunes una nueva opción para el envío de remesas procedentes de los Estados Unidos. Así, los mexicanos en Estados Unidos tendrán dos opciones para el envío de dinero a sus familiares en territorio mexicano.
La primera opción, la tradicional y que no se modifica, será continuar con los depósitos en alguna remesadora y que el recurso se transfiera a una de las 1,700 sucursales de Telecomm, hoy Finabien.
La segunda opción es que los envíos ya se podrán efectuar de manera directa a través de una nueva Tarjeta Financiera para el Bienestar, directamente a México. El objetivo es facilitar el envío de remesas desde los Estados Unidos que, solamente en el 2022, sumaron casi 60 millones de dólares.
También se reducirán las comisiones por les envíos que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, ascienden hasta 14 dólares. Con esta nueva tarjeta, la comisión por los envíos será de 3.99 dólares, cuando el promedio de los envíos se ubica en alrededor de 300 dólares. En el 2022, Finabien captó 2,500 millones de los casi 60,000 millones de dólares que se mandaron desde los Estados Unidos.
Now, la apuesta de Invex entre los neobancos.
Frente a la irrupción de la era Fintech en el negocio bancario, las instituciones de crédito emprenden la revancha con el reto de generar productos ágiles, tecnológicos, pero con el respaldo de las instituciones crediticias con licencias, como en el caso de Invex con una historia de más de 30 años y que ahora lanza su neobanco Now.
Luis Pineda, el director general de Now, tampoco es un banquero tradicional porque ya forma parte de una nueva generación de directivos del sector crediticio ligados estrechamente a la tecnología. Pineda cuenta con más de 17 años en la industria financiera con experiencia en American Express en donde ganó varios reconocimientos vinculados con la aplicación de tecnología en el sector financiero. Una década más de experiencia la obtuvo trabajando para Citi en México en donde también fue el primer mexicano en ganar un premio de innovación (Progress Awards) durante la gestión de Michael Corbat. Y bajo la responsabilidad de Jane Fraser, como CEO de Citi, Pineda estudió por cuenta de esa institución en Harvard innovación y aprendizaje dual para el sector financiero. En Invex trabaja ahora con Jean Marc Mercier a quien el director de Now describe como una persona comprometida con la innovación, gran liderazgo, energía que ha hecho que Invex opere más como un Apple que como un banco al estilo de las franquicias crediticias tradicionales. Centrados en el cliente, en Invex – asegura Pineda – se generan soluciones tecnológicas para resolver necesidades de los clientes. En Invex, agrega, se opera a través de cadenas de valor enfocadas en el cliente. Así, Pineda buscará que Now se trasforme en el referente de las marcas compartidas luego de que ya firmaron con Volaris, con el Real Madrid y con Despegar. El objetivo será llegar a un millón de cuentas. Veremos.
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