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Entre fines de 2018 y fines de 2022 la pobreza laboral ha disminuído 2.2 puntos porcentuales, de acuerdo con un artículo publicado por el economista Gerardo Esquivel. Esto a pesar de que, en el mismo periodo, la economía mexicana ha sufrido dos choques negativos: la pandemia del COVID-19 y el episodio inflacionario global.
Esta reducción adicional de la pobreza laboral en el periodo 2018-2022, según señala el economista, parece estar asociado al cambio en la política de salarios mínimos y a una fuerte política redistributiva, ya que durante el periodo el ingreso per cápita disminuyó en 3.7%.
A esto, el economista agregó que mientras la pobreza laboral de la población ocupada se situaba entre 13 y 17% en el periodo, la pobreza laboral de la población total se mueve en un rango que va de 35 a 45%.
Que la tasa de pobreza laboral de la población total sea más elevada que la de la población ocupada, según el artículo, se debe a que un trabajador puede recibir salario que le permita adquirir una canasta alimentaria, sin embargo, si tiene personas que dependen directamente de él es poco probable que esa misma cantidad le va a permitir adquirir una canasta para todos y cada uno de los miembros de su hogar.
Esto implicaría que todo el hogar, incluyendo a la persona trabajadora, pasa a ser considerada como pobre laboral.
Por género, el artículo revela que el nivel de la pobreza laboral en hogares encabezados por mujeres es significativamente más alto que en los hogares encabezados por hombres. Brecha que se redujo de 10 puntos porcentuales en 2006 a solo 6 puntos a finales de 2022.
Respecto a este punto, Esquivel también señala que la pobreza laboral de los hogares encabezados por mujeres prácticamente ha regresado a su nivel mínimo de 2007, mientras que, en el caso de los hogares encabezados por hombres, su tasa actual todavía se mantiene alrededor de 4 puntos porcentuales por encima de su mínimo de 2007.
Pobreza laboral de población ocupada
El documento también explica que las tasas de pobreza laboral de la población ocupada en México que se observaron a finales de 2022 son significativamente menores a las observadas en el periodo 2005-2015. Reducción que ocurrió a pesar de la pandemia y del episodio inflacionario global.
De acuerdo con el economista esto refleja un resultado positivo de naturaleza más estructural, debido a que la pobreza laboral es un fenómeno básicamente de la informalidad.
Tomando en cuenta lo anterior, Esquivel expone que mientras que la tasa de pobreza laboral en la formalidad ha sido históricamente inferior al 1%, la tasa promedio de pobreza laboral de los trabajadores informales a lo largo de todo el periodo 2005-2022 es superior a 25%, y en algunos trimestres alcanzó incluso niveles cercanos al 30%.
Al abordar las brechas de pobreza laboral entre géneros, el artículo destaca que el número de mujeres es alrededor de 50 por ciento superior a la de los hombres, es decir, una brecha de alrededor de 7 puntos porcentuales.
La tasa de pobreza laboral en municipios indígenas, por otra parte, es 30 puntos porcentuales más alta que en municipios no indígenas. Como resultado de la pandemia la brecha incluso ha aumentado y, hacia finales de 2022, la tasa de pobreza laboral en municipios no indígenas era más de 4 veces la observada en municipios no indígenas, informó el economista.
Sin embargo, en ambos tipos de municipios la pobreza laboral de la población ocupada ha tendido a disminuir, añadió.
Al segmentar la información por grupos de edad, Gerardo Esquivel señaló que resaltan las diferencias en la magnitud de las tasas de pobreza laboral entre los distintos segmentos de la población; mientras que las tasas de pobreza de los grupos más jóvenes se redujeron en alrededor de 4 puntos porcentuales entre 2015 y 2022, la tasa de pobreza laboral de los adultos mayores disminuyó en cerca de 10 puntos porcentuales.
Finalmente, el artículo menciona que si bien la pobreza laboral de la población ocupada se caracteriza por concentrarse en los trabajadores informales, en los habitantes de municipios indígenas, en las mujeres y en los adultos mayores, varios de estos segmentos presentaron reducciones significativas en sus tasas de pobreza laboral entre 2015 y 2022.
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