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Claudia Villegas
Al cierre de febrero de 2023, la base monetaria se ubicó en 2,640.3 miles de millones de pesos, lo que implicó una variación de 0.6%, dio a conocer el Banco de México en su comunicado mensual de Agregados Monetarios y Actividad Financiera. Sin embargo, el dato más relevante para entender la evolución y la presión de los precios sobre el desarrollo de la inflación es que el saldo del agregado monetario M1 fue de 6,639.8 miles de millones de pesos, lo que representó una caída de 3.1%.
El M1 es el agregado monetario compuesto por instrumentos altamente líquidos en poder de los sectores residentes tenedores de dinero. En otras palabras, sirve para que el Banco de México conozca el gasto y la inversión, así como el desempeño de la economía.
En particular, incluye billetes y monedas emitidos por Banco de México, así como depósitos de exigibilidad inmediata en bancos. Los investigadores del Banco de México han desarrollado investigaciones, como la de Manuel Ramos Francia, ex subgobernador del Banco de México, demuestra que existe una alta correlación (casi unitaria) entre la tasa de crecimiento de la oferta monetaria y la tasa de inflación.
Con este comportamiento se demostraría que la política monetaria ha sido congruente con las metas de inflación.
Mientras que el circulante de billetes y monedas bajó, el crédito bancario comercial vigente al sector privado incrementó 5.2% real anual en febrero de 2023. El crédito hipotecario se expandió 3.9% y el crédito de las empresas y personas físicas con actividad empresarial presentó un crecimiento de 3.3%. En cambio, el financiamiento otorgado por la banca de desarrollo registró una disminución real anual de 1.7%. El interior de este indicador, el financiamiento al sector privado tuvo una tasa negativa de 3.8%. En tanto, el otorgado al sector público federal presentó un decremento de 1.1%; el destinado a estados y municipios disminuyó 4.9% y el otorgado a otros sectores aumentó 4.4%.
Así, el M1 es uno de los mejores indicadores para conocer si el incremento en las tasas de interés comienza a funcionar para restringir el monto de recursos disponibles en la economía, la liquidez en el sistema. Durante los momentos más complejos de incremento en precios, la cantidad de billetes y monedas subió a tasas de dos dígitos cada mes. El ascenso del circulante monetario comenzó en el segundo semestre de 2020.
En enero de 2021, la base monetaria creció 19.6% en términos reales anuales, mientras que el agregado monetario M1 aumentó en 18.5% real anual. En relación con los agregados
monetarios amplios, el M2 y el M4 registraron tasas de crecimiento real anual de 9.1% y 6.3%, respectivamente.
En febrero de 2021, la base monetaria creció 20.5% en términos reales anuales, mientras que el agregado monetario M1 aumentó en 16.9% real anual. En relación con los agregados monetarios amplios, el M2 y el M4 registraron tasas de crecimiento real anual de 6.9% y 4.6%, respectivamente.
En abril de 2022, la base monetaria creció 7.0% en términos reales anuales, mientras que el agregado monetario M1 aumentó en 4.8% real anual. En relación con los agregados
monetarios amplios, el M2 y el M4 registraron tasas de crecimiento real anual de 1.6% y de -1.9%, respectivamente
Los expertos estiman a partir del momento en que el M1 comienza a bajar, tardaría al menos nueve meses para que la inflación converga en el objetivo de entre 3 y 4% marcado por el Banco de México.
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