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Por OCA Reputación
El mundo financiero internacional vive momentos de turbulencia e incertidumbre tras la quiebra de Silicon Valley Bank. La institución, conocida también como el banco de las startups, se declaró en insolvencia tras un episodio de ‘pánico’ que derivó en retiros masivos de capital. El gobierno de Estados Unidos ha pedido calma y garantiza que todos los clientes del SVB podrán recuperar su dinero. El incidente puede limitar las capacidades operativas de startups, principalmente en Latinoamérica.
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El Silicon Valley Bank no era un banco típico, era una institución especializada en el sector tecnológico. Sus depósitos provenían mayoritariamente de startups asentadas en Estados Unidos y Latinoamérica. Fue especialmente atractivo para las empresas emergentes de la región porque era de las pocas entidades bancarias que ofrecía cuentas en dólares, un requisito indispensable para las empresas de capital de riesgo que les ofrecen financiamiento. El desplome del SBV puede desestabilizar todo el ecosistema startup por el escepticismo que puede surgir entre los proveedores con los que colaboran las emergentes, y afectar sus capacidades financieras y operativas.
El fantasma de la crisis de 2008
La quiebra de Silicon Valley Bank ha desatado una ola de nerviosismo a nivel global por el riesgo de un ‘efecto contagio’ que arrastre al resto del sistema bancario en Estados Unidos y el mundo. Entre el impacto mediático que ha generado la quiebra de SVB, surgen comparaciones de este episodio con el inicio de la crisis bancaria de 2008 que se extendió por todo el mundo cuando cayó el banco Lehman Brothers. Sin embargo, expertos señalan que hay pocas similitudes con lo ocurrido hace 15 años, no solo porque el contexto global es diferente, sino por las características del SVB y las medidas que se han tomado para evitar pánico en Wall Street.
¿Qué factores llevaron a la quiebra al SVB?
El colapso de SVB, el banco más grande de EE.UU. que debe ser rescatado desde 2008, es resultado de una ‘tormenta perfecta’ en un contexto altamente inusual. Un primer factor tiene que ver con el mal momento por el que atraviesa el sector tecnológico desde el año pasado, y que los inversionistas de riesgo que suelen financiar a esas firmas, estaban tomando ciertas precauciones para colocar sus capitales. Las presiones inflacionarias y la política monetaria de la FED para contrarrestar el alza, fueron determinantes. Según un análisis de Oxford Economics, SVB estaba ‘excepcionalmente mal parado’ para sobrevivir a los agresivos aumentos en las tasas de interés. Tras una serie de malas decisiones, que le significaron pérdidas, SVB no resistió las consecuencias del aumento en el costo de los préstamos y se quedó sin liquidez. La información sobre la situación llevó a clientes e inversores a sacar sus fondos, desencadenando un episodio de pánico que, en cuestión de horas, llevó al colapso por insolvencia al banco de las startups.
Cómo impacta la quiebra de SVB a las startups en AL
Para muchos fundadores de startups en Latinoamérica y otros mercados emergentes globales, tener cuentas en SVB no era simplemente la mejor opción, sino que para buena parte era la única opción. Freddy Vega, cofundador de Platzi (Edtech-Colombia), señala que SVB fue uno de los pocos bancos estadounidenses que permitió abrir cuentas a emprendedores latinoamericanos ya que durante años las empresas de capital de riesgo han obligado a las startups a abrir cuentas en EE.UU. para obtener financiamiento. Vicente Garrido, cofundador de Roddo (Proptech-México), señala que las compañías, en gran medida, han podido recuperar su dinero depositado en SVB, pero es posible que las nóminas no sean pagadas a tiempo. Sin embargo, el principal problema es que sin el respaldo de SVB, algunas startups se quedan sin un plan de financiamiento a largo plazo. El empresario explica que ahora sobrellevan el problema con cuentas en efectivo en fintech, pero lo perciben como una medida provisional. Garrido considera que el colapso del banco de las startups, llega en un mal momento porque abre las dudas entre los bancos mexicanos que comenzaban a lanzar instrumentos de financiamiento especializados en empresas emergentes, y con esta situación, es posible que algunas de esas entidades vayan a replantearse la viabilidad de poner su capital y la fortaleza institucional para respaldar a las firmas tecnológicas emergentes.
Consecuencias inmediatas para las startups
- La quiebra de Silicon Valley Bank no tiene relación con el financiamiento a startups, considerado de alto riesgo, fue por malas decisiones del banco.
- Uno de los problemas más sensibles para las empresas emergentes en Latinoamérica es que el colapso del SVB, las ha dejado sin un banco especializado en atender sus necesidades y ha generado incertidumbre.
- Además de limitar su capacidad operativa, las startups enfrentan con la caída del SVB un ‘efecto dominó’ que puede afectar su relación con clientes, proveedores e incluso la reputación de marca de cada una.
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