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La desaceleración de la inflación se da bajo condiciones de altas tasas de interés, donde algunos financieros prevén una tasa de política o referencial para el cierre de 2023 por arriba del consenso, que ubica en 11.50%
La inflación de México en febrero sorprendió a analistas colocando a la baja frente a la expectativa del mercado, con una tasa anual de 7.62% contra el resultado de enero, de 7.91%, y la del consenso de 7.67%, y a la vez favorecida por una incipiente desaceleración del índice subyacente, el que marca la tendencia de los precios en los bienes, mercancías y servicios a más largo plazo.
“Los resultados de febrero son positivos, pero ello no significa que se haya logrado la victoria en el combate a la inflación”, aseveró la dirección de análisis económico de Grupo Financiero Monex en una nota especial sobre el tema.
Los especialistas precisaron que un descenso más claro de la inflación a lo largo de 2023 reflejaría un efecto estadístico favorable derivado de los impactos de la guerra en Europa del Este que inició a partir del 24 de febrero de 2022, haciendo estragos a lo largo de ese año, además del registro de una apreciación acumulada del peso mexicano a tasa anual, alcanzando en esta semana su mejor nivel desde 2017.
Entre enero y febrero, los mayores incrementos con la mayor incidencia mensual dentro del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) correspondieron a los precios del huevo, al gas doméstico LP y el pollo, con alzas de 9.04%, 4.06% y 3.77%, en cada caso.
Le siguieron las loncherías, fondas, torterías y taquerías con 0.85% más; plátanos con 11.26% más en tan solo en un mes, seguido por la vivienda propia y las universidades, con el 0.29% y el 1.71%, respectivamente.
El índice de precios subyacente aumentó en el segundo mes del año en 0.61% en su medición mensual y en 8.29% a tasa anual, y, aunque estuvo alejado del resultado de enero, de 8.45%, todavía es persistentemente alto, con los precios de las mercancías y los servicios creciendo a un ritmo mensual de 0.65% y de 0.56% respectivamente, entre enero y febrero pasados.
“Aunque son buenas noticias, la disminución de la inflación general en febrero debe ser tomada con cautela”, aseveró Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base.
Siller enumeró como alertas el que la inflación de mercancías siga en niveles elevados, y que los incrementos a tasa mensual siguen arriba de lo observado en años previos. También destacó las continuas presiones sobre los servicios, “llevando la tasa anual a su mayor nivel desde 2003”.
Además, los precios de los productos pecuarios, con la crisis a causa de loa gripe aviar, han subido a una tasa por arriba del promedio de años previos.
Sin embargo, precios más acotados en la segunda mitad de febrero apoyaron el resultado final. La moderación en bienes y en alimentos procesados, de 0.7% cada una, fue favorable con el menor incremento desde noviembre.
“En el margen, creemos que la fortaleza del MXN (peso mexicano) podría estar ayudando a limitar las alzas en estas dos categorías”, destacó por su parte el banco Banorte.
Banorte señaló que dentro de la inflación no subyacente, aquella relacionada con precios altamente volátiles como la Energía y la Agricultura, sobresalieron las caídas mensuales en agropecuarios, con 0.1%; y en frutas y verduras, de 3%.
Esta base, destacó, ayudó a compensar las alzas en pecuarios “impactados desde inicios del año por el brote de gripe aviar”, y los cuales exhibieron un incremento de 2% en su medición mensual.
¿Cambio de tendencia?
Con inflaciones no vistas en México desde hace dos décadas, la expectativa es que al cierre de año la inflación llegue a niveles de 5.30%, en un entorno de altas tasas de interés.
Los analistas anotan que el desempeño de la inflación de las últimas dos semanas de febrero marcó un ritmo para la inflación general y la subyacente de 0.16%, rango inferior en los últimos 10 años.
Monex indica que la dinámica de febrero parece dar “algunos indicios” de que la postura de la política monetaria, hoy con tasas de 11%, empieza a ejercer su efecto.
No obstante, el camino es largo y la prueba de fuego vendrá en los próximos meses con condiciones en la economía de una mayor estabilidad en los precios.
“De momento, los riesgos permanecen fijos en el horizonte, pues la resiliencia de la demanda sigue siendo amplia y los incrementos salariales, cuantiosos”, destacó Monex. El año pasado, la Comisión Nacional de Salarios mínimos fijo un incremento para esta modalidad de 20% en 2023.
“Tras el dato, mantenemos nuestra visión de 25 (puntos base, pb) por Banxico este mes. No obstante, el riesgo sigue sesgado hacia una nueva alza de 50 pb.
“Aun así, seguimos esperando la tasa terminal de este ciclo de alzas en 11.75%”, advirtió por su parte Banorte.
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