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Según el presidente, la reforma va contra la “burocracia dorada” en el INE que tiene privilegios como los elevados salarios y prestaciones como el seguro médico privado y un fondo de separación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que las acciones de inconstitucionalidad contra el llamado Plan B —que ya fue publicado en el Diario Oficial de la Federación— presentadas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pueden prosperar.
La conferencia de prensa matutina de este viernes estuvo dedicada en su totalidad a defender su reforma electoral, pese a las multitudinarias protestas dentro y fuera de México y de las críticas vertidas por el propio Departamento de Estado de los Estados Unidos.
En múltiples foros, se ha expresado que los recortes de recursos humanos y materiales al Instituto Nacional Electoral (INE) representan un riesgo para la organización de elecciones y la propia SCJN ya prohibió que los cambios se apliquen en las próximos comicios del Estado de México y de Coahuila.
Acompañado de su secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, aseguró que la reforma o Plan B va contra la “burocracia dorada” en el Instituto Electoral Electoral (INE).
“Esa burocracia dorada cuenta, cuando menos, con tres privilegios, entre otros. Primero, el sueldo y viáticos y demás que están por encima de lo que gana el presidente, que es violatorio a la Constitución, al Artículo 127 de la Constitución. Pero, como se ampararon ante la Ley de Austeridad, mantienen esos sueldos, esos viáticos”, expuso.
El segundo privilegio es “el servicio médico privado. No es el Seguro Social, no es el ISSSTE, por eso digo que no son los derechos que tienen los trabajadores, la mayoría de los mexicanos. El servicio médico privado cuesta sostenerlo, cuando llegamos, eran $7,000 millones de pesos. Nosotros lo cancelamos pero estos institutos autónomos, que no se tocan, los mantuvieron y no se sabe a cuánto asciende”.
Sin embargo, cuestionado sobre las acciones de inconstitucionalidad que ya se han interpuesto ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación —y que se seguirían presentando en los próximos días— “pueden funcionar, pueden prosperar”.
Y nuevamente aprovechó para lanzar una serie de críticas a los ministros de la Corte y al Poder Judicial en general, al asegurar que “es un poder plagado de corrupción y al servicio de los grupos de intereses creados”.
