Prohibición de maíz transgénico, golpea competitividad y obligaciones comerciales mexicanas: IMCO

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En 2022, las importaciones del grano sumaron 19,000 millones de dólares mientras que dos de cada diez toneladas ya se destinan al consumo humano, el autoconsumo o a la industria almidonera que produce fructosa o harinas.

El decreto que prohibe la importación de maíz transgénico desde los Estados Unidos para el consumo humano representa un golpe a la competitividad del país y una violación a las obligaciones de México en materia comercial, en opinión del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

De acuerdo con el organismo, la prohibición decretada el lunes por el gobierno de López Obrador, “sin una justificación basada en evidencia científica, representa un riesgo para la competitividad del país”.

Además, “la medida entra en conflicto con obligaciones comerciales firmadas no sólo con los socios comerciales de América del Norte, sino con los miembros de la Organización Mundial del Comercio y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés), cuyo artículo XI prohíbe las restricciones a la importación de productos sin una debida justificación”.

Según el IMCO, la medida “sienta un precedente para la implementación de restricciones arbitrarias a la importación de productos adicionales: en materia del maíz amarillo para consumo pecuario e industrial. El mismo decreto establece que se deberá hacer una sustitución gradual de su uso en el país, lo cual resulta ambiguo para la facilidad de sus importaciones en el futuro”.

Según los datos del IMCO, las exportaciones de maíz amarillo a México son fundamentales para Estados Unidos, ya que representan el 26% de su producción total y tienen un valor de 19,000 millones de dólares. De hecho, estados como Illinois y Iowa mandan a México 77% y 66% de su producción.

Si bien el 78% de esas importaciones están dirigidas al consumo pecuario, dos de cada diez toneladas ya “se destinan al consumo humano, el autoconsumo o a la industria almidonera (que produce derivados del maíz para consumo humano, como fructosa o harinas)”.

De hecho, “en 2022, la producción nacional de maíz amarillo, de 3 millones 183,000 de toneladas, fue 20% menor a la suma de la demanda para consumo humano, autoconsumo e industria almidonera (que ascendió a 4 millones 17,000 toneladas)”.

Finalmente, el IMCO señaló que el decreto que prohibe la importación de maíz transgénico, sumado al arancel impuesto a las exportaciones mexicanas de maíz blanco y a la disputa vigente n materia energética reducen “la competitividad del país al poner en duda el compromiso de México con sus obligaciones comerciales y con el Estado de Derecho”.

“Como consecuencia —alertó— reduce el potencial para una mayor integración con América del Norte, y representa un obstáculo en el camino a convertirse en la región más competitiva del mundo”.

Por Raúl Castro-Lebrija

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