El enamoramiento solo dura tres años

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Estudios científicos han encontrado que el amor y el odio se estimulan en las mismas regiones cerebrales.

Redacción

La etapa del enamoramiento dura tres años, tiempo en el que los niveles hormonales se mantienen en el cuerpo. Cuando este periodo pasa se comienza a dejar de idealizar a la otra persona, aceptándola con sus defectos y virtudes, es así como ya se puede hablar de amor, señaló la organización Voz Pro Salud Mental Ciudad de México.

Al respecto, la Dra. Stephani Ortigue, neuropsiquiatra y quién escribió un artículo llamado “Te amo con todo mi cerebro”, creó un mapa cerebral del amor con información recabada durante 10 años, detectando las zonas cerebrales que se activan durante el enamoramiento, detectando que hay 12 áreas en el cerebro humano que se activan durante esta etapa.

Entre los hallazgos de la Doctora Ortigue destacan que el cerebro de los hombres y el de las mujeres no se comporta de igual forma ante el amor y que éste como el odio se estimulan en las mismas regiones cerebrales.

Gabriela Cámara Cáceres, presidenta honoraria de Voz Pro Salud Mental CDMX, comentó que “es importante sentirnos apreciados y valorados, así como disfrutar del enamoramiento y tratar de compartir con nuestra pareja rutinas saludables que estimulen el bienestar físico y mental, como hacer ejercicio, o tener alguna actividad de esparcimiento que disfrutemos juntos”.

Las parejas que tienen más tiempo compartiendo juntas son las que participan en el cuidado mutuo, evitan las falsas apariencias, expresan y se comunican asertivamente sus miedos y necesidades.

Por otro lado, investigadores en la materia han escaneado el cerebro de las personas que están enamoradas y han encontrado altos niveles de dopamina y neurotransmisores que regulan el sistema y que hacen que la gente sienta placer, además de estimular la energía, el apego y la obsesión hacia la otra persona.

Voz Pro Salud Mental CDMX indicó que la química del amor o “las mariposas en el estómago” son en realidad el corazón bombeando rápido. La presión y las contracciones en el sistema muscular abdominal (peristalsis) se alteran, además de otros efectos en el cuerpo como la euforia, la pérdida del apetito, el insomnio y la dilatación de las pupilas.

Entre los químicos que intervienen en este proceso están la Feniletilamina (anfetamina natural que genera un estado de excitación y de sensaciones placenteras), así como la norepinefrina, la Dopamina (responsable del buen humor) y la Oxitocina (es un neuromodulador que acelera el corazón y modula los comportamientos sociales, sentimentales, sexuales y parietales.). Por eso, aunque la química se da en el cerebro, se manifiesta en el estómago y el corazón.

“Las sensaciones empiezan en nuestro cerebro cuando nos enamoramos normalmente entran por nuestros sentidos, por una mirada, por atracción física, por una sonrisa, por los gestos, inclusive los olores; posteriormente viene la conversación, los gustos e intereses mutuos que generan un vínculo y una serie de sensaciones que a la larga pueden ser placenteras o una mala experiencia en el amor” concluyó Cámara Cáceres.

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