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Cuando usted lea en la prensa que las licitaciones de medicamentos del sector salud enfrentan problemas y que habrá desabasto porque en los concursos en los que participan varios vendedores se declararon desiertas algunas decenas de claves para las compras de fármacos, usted no debe preocuparse. Al menos no por el desabasto de medicamentos. Usted, como contribuyente, deberá preocuparse por los nuevos caminos que se abren en el sector salud para que no haga falta el ningún producto farmacéutico.
¿Por qué debemos preocuparnos?
Les cuento que, al menos en el caso de las compras de insulina glargina – para el tratamiento de pacientes con diabetes, una vez más una empresa de nombre Gabame S.A. de C.V, se ha visto favorecida por adjudicaciones directas. Al menos, las compras directas para esta compañía le han favorecido en al menos dos ocasiones.
Recientemente, por ejemplo, Gabame que dirige Daniel Aurelio Amezcua, logró una adjudicación directa para 2023 y 2024, luego de que a través del INSABI, se declararon desiertas varias claves, entre ellas la 010.000.4158.00. El monto mínimo para vender al sector salud será de 370 millones 518 mil 625 pesos y la máxima de 926 millones 298 mil 875 pesos. En la oficina de Amezcua recibieron con beneplácito la noticia a través del oficio INSABI-UCNAMEM-COPA-1779: Gabame ganó un gran contrato y procederá a importar la insulina a través de la empresa Wockhardt Limited, fabricante de la India, que aquí en México está representada por Ayush Pharma S.A. de C.V.
El accionista mayoritario de Worckhard Limited es Murtaza Khorakiwala de origen Indio. Esta firma, por cierto, ha sido ubicada por la investigación Pandora Papers, entre las que registran inversiones en firmas de Panamá con el propósito de alcanzar estrategias fiscales. En México, les compartimos que la farmacéutica de origen indio contrató al cortarricense Alejandro Pineda como director regional. Los abogados que están analizando la buena racha de la empresa Gabame aseguran que no contaba con la capacidad legal para recibir el contrato del INSABI.
Para empezar, señala que no se justifica que la empresa “GABAME, S. A. DE C.V”, iniciara negociaciones directas con el INSABI por carecer de capacidad legal toda vez que no participó en las rondas licitatorias LA-12-M7B-012M7B997-I-1-2023 cotizando en la clave de referencia ni presentó propuesta alguna. Peor aún, tampoco presentó documentación legal que le acredite para esos efectos en el propio registro sanitario para importar, comercializar y distribuir dicho producto, lo que significa que de origen no tiene la capacidad legal para cumplir con las obligaciones del contrato de asignación directa que el INSABI ilegalmente le asignó a sabiendas que, en ese momento no podría importar ni distribuir ni entregarle dicho producto.
Pero van más allá: nos dicen que, a pesar de que se le asignó mediante oficio No. INSABI-UCNAMEM-COPA-1779-2022 de fecha 29 de diciembre de 2022, utilizó otros documentos para justificar y respaldar el expediente intentando cubrirlo con formatos y cartas fechadas del 17 de enero de 2023 (Ronda licitatoria originada por la licitación LA-12-M7B-012M7B997-I-1-2023 DE DICIEMBRE DE 2022, y aplicable sólo para claves declaradas como desiertas), siendo el caso que en el mes de diciembre de 2022 esa misma clave se la otorgó a SANOFI.
En fin, que Gabame no acreditó los trámites. Es más, a la fecha no tiene la posibilidad de demostrar tener capacidad legal en el registro sanitario del medicamento denominado “insulina glargina” y, no lo acreditó, estando imposibilitado para importar el medicamento en términos de Ley.
¿Qué hacemos con esta licitación?
En los detalles del contrato se destaca que Gabame con la adjudicación directa del medicamento “insulina glargina”, vendió cada pieza con un valor de 125.00 pesos sin distribución y 135.00 pesos con distribución por un volumen máximo de compra de 7,410,391 de unidades, cuando SANOFI., lo ofreció con un valor de 82.50 pesos permitiendo hasta tres fuentes de abasto habiendo quedado como segundo mejor precio la empresa denominada LABORATORIOS PISA, SA DE CV cuya oferta económica fue de 92.68 pesos ofertando un volumen de 12,720,293 unidades, sin embargo, el INSABI lo adjudica ilegalmente a GABAME, SA DE CV a un precio mucho muy superior al ofertado por PISA en valor unitario y volumen ofertado, violando las disposiciones legales aplicables cuando se le debió haber adjudicado a quien lo haya ofertado a menor precio. Conclusión: Si bien el gobierno federal podría tener razones para no comprar a PISA, es necesario acreditar porque está adquiriendo a una empresa que no cumple con los mínimos requerimiento.
Las cartas de apoyo que se entregaron para la licitación corresponden al evento que se llevó a cabo el 17 de enero por parte del fabricante en India, cuando ese evento no contó con la partida para “insulina glargina” al no haber sido declarada como clave desierta.
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